La Sierra de Esparteros. Historia de un estrabismo político
…Más arriba, hacia la Sierra de Esparteros, veíanse infinidad
de grupos en continua ascensión, deseosos de ser los primeros en llegar al
picacho.
El Liberal, edición del 14 de
octubre de 1933
Y tras el curso del río, como la presencia remota, misteriosa
e inmóvil de las esfinges, herido sin pudor por las dentelladas de antiguas y
nuevas canteras, allí se alza Montegil, la sierra en cuyas entrañas manan
fuentes de agua fresca como la nieve primera, y que desde la enorme masa, toda
de piedra caliza, derrama una pálida luz sobre los campos, los animales y los
hombres.
Alberto García Ulecia
La Sierra de
Esparteros, llamada por los antiguos Montegil, otorga una marcada personalidad
al paisaje natural de Morón; es fácil asociar su peculiar silueta desde
cualquier punto en que la divisemos con la población de Morón, bajo cuyas
faldas se asienta. Se trata de nuestra sierra, de nuestro signo de identidad y
de nuestra historia, porque cuando los moronenses echamos la vista atrás,
seguro que aparece, nítido en la memoria, el recuerdo feliz de un momento de
nuestra vida en la Sierra de Esparteros, ya de escolares, ya de romeros, ya de
excursionistas. Pertenece a nuestro Patrimonio Natural y forma parte de la
memoria colectiva de los moronenses, al igual que otros elementos de nuestro
Patrimonio Histórico y Cultural como son el Castillo, la iglesia de San Miguel
o la leyenda del Gallo.
La
Plataforma Ciudadana Sierra de Morón aglutina un grupo de personas identificadas
con el valor cultural y natural de Esparteros, y desde el año 2003 aunamos
nuestro esfuerzo para detener esas heridas
sin pudor, como las llamó nuestro poeta Alberto García Ulecia, esas
dentelladas de dinamita que unos pocos le infligen ante la indiferencia, cuando
no la prevaricadora complicidad, de muchos de nuestros gobernantes. No podemos
ignorar la situación sin renunciar a nosotros mismos y no vamos a cesar en
nuestro empeño cuando nos legitiman la razón y la ley; porque no son pocas las convenciones
internacionales y leyes españolas que precisan de manera clara el derecho que
nos asiste:
Convención del Patrimonio
Mundial y Cultural de la UNESCO. Celebrada en 1972, proclama
que:
La identidad cultural de los
pueblos se ha forjado en el medio en que viven y, a menudo, las obras humanas
más hermosas obtienen una parte de su belleza del lugar en que se encuentran
ubicadas. Y, por desgracia, en nuestro mundo moderno tanto los bienes
culturales como los sitios naturales aparecen seriamente amenazados por todo
tipo de degradaciones.
Constitución Española. Aprobada en 1978, señala entre sus puntos:
Artículo 45
1. Todos tienen el derecho a
disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así
como el deber de conservarlo.
2. Los poderes públicos
velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin
de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio
ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
3. Para quienes violen lo
dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se
establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la
obligación de reparar el daño causado.
Ley de Fauna y Flora
Silvestres. Promulgada por el Parlamento de Andalucía
en octubre de 2003, fija entre sus artículos:
Artículo 3. Fines.
Son fines de la presente Ley:
a) La preservación de la biodiversidad garantizando la
supervivencia de las especies mediante la protección y conservación de la flora
y la fauna silvestres y sus hábitats, así como la ordenación de sus
aprovechamientos.
b) Garantizar el derecho de todos al uso y disfrute del
medio natural como espacio cultural y de ocio, susceptible de aprovechamientos
que fomenten el desarrollo sostenible, y transmisible a las generaciones
futuras.
Estatuto de Autonomía de Andalucía. Aprobado por el Congreso de los Diputados en
noviembre de 2006, señala:
Artículo 28. Medio ambiente.
1.
Todas las personas tienen derecho a vivir en un medio ambiente equilibrado,
sostenible y saludable, así como a disfrutar de los recursos naturales, del
entorno y el paisaje en condiciones de igualdad, debiendo hacer un uso
responsable del mismo para evitar su deterioro y conservarlo para las
generaciones futuras, de acuerdo con lo que determinen las leyes.
2. Se
garantiza este derecho mediante una adecuada protección de la diversidad biológica
y los procesos ecológicos, el patrimonio natural, el paisaje, el agua, el aire
y los recursos naturales.
Convenio
europeo del paisaje. Lanzado por el Consejo de Europa,
fue ratificado por el Gobierno de España en noviembre de 2007. Expresa la
convicción de
Que el
paisaje es un elemento clave del bienestar individual y social y de que su
protección, gestión y ordenación implican derechos y responsabilidades para
todos. Por tanto las autoridades públicas se comprometen a reconocer
jurídicamente al paisaje como elemento fundamental del entorno humano,
expresión de la diversidad de su patrimonio común cultural y natural y como
fundamento de su identidad. Debiéndose definir y aplicar en materia del paisaje
políticas destinadas a la protección, gestión y ordenación del mismo mediante
la adopción de medidas específicas.
Estrategia
del Paisaje de Andalucía. Aprobado por el Consejo de
Gobierno de la Junta de Andalucía en marzo de 2012. Manifiesta que
El
paisaje es además la imagen del ecosistema, su capacidad de integración permite
considerarlo como la primera evidencia de la calidad ambiental y natural de un
territorio. Es un indicador, por tanto, del comportamiento para con el medio de
sus habitantes y la primera y última imagen que reciben nuestros visitantes.
Normas
Urbanísticas de Morón de la Frontera. Constituyen las
normas que deben regir las políticas de urbanismo y ordenación del territorio
en el ámbito local. Fueron publicadas en el BOP del 21 de enero de 2012 y están
vigentes a día de hoy. En ellas se clasifica la Sierra de Esparteros, como Suelo No Urbanizable de Especial Protección, subcategoría de
Conservación Prioritaria. Definiendo como tales aquellos a los que se les reconocen especiales valores de
carácter natural, ambiental, paisajístico o histórico y para los que se
pretende compatibilizar aprovechamientos socioeconómicos tradicionales y no
agresivos con su naturaleza y función, asegurando en todo caso su mantenimiento
y no transformación. En tales suelos las Normas Urbanísticas prohíben de
forma taxativa las actividades industriales de extracción de minerales.
A la vista de lo expuesto anteriormente y
observando la realidad de la Sierra de Esparteros, cabe preguntarse de qué
sirve adherirse a convenios internacionales y de qué sirve promulgar leyes a
las que se les va a buscar la trampa para eludir su cumplimiento. Es necesario
expresar aquí que las Normas Urbanísticas constituyen un instrumento
fundamental en la política local y que en base a ellas, el Ayuntamiento ostenta
la condición de autoridad a los efectos del procedimiento de prevención
ambiental, por ser quien finalmente autoriza o desautoriza la ejecución de los
trabajos de la cantera por medio de la
preceptiva licencia municipal, siendo
esta última, junto a la autorización de la Dirección General de Minas y a la de
la Consejería de Medio Ambiente, las tres condiciones imprescindibles para que
una explotación minera sea legal. Y esta legalidad ha estado ausente
durante mucho tiempo en la explotación de la Sierra de Esparteros; muchas personas
nos preguntan sobre este particular y somos conscientes de la carencia de
información al respecto en una mayoría, por tanto, vamos a relacionar a
continuación, por orden cronológico, los hitos más significativos que se han
ido produciendo a lo largo del tiempo desde que se inició la explotación minera
que nos trae.
Es complejo resumir en poco espacio el
devenir de 30 años, pero para tener una visión global de los hechos pedimos al
lector un poco de esfuerzo, porque de la lectura total del documento se podrán
extraer conclusiones más fundadas. Desde su comienzo en 1982 y detallados por
años:
1982
El 10 de noviembre la Junta de Andalucía
otorgó la Concesión de la Explotación de la Sección C, denominada Sierra de
Morón, cuyo promotor fue SIDEMOSA, de la que formaba parte Ignacio Siles González, para cuatro
cuadrículas mineras y por un plazo inicial de 30 años, prorrogables por
periodos iguales hasta un máximo de 90 años. Se acogió a la Ley de Minas
22/1973, que no contemplaba estudio sobre el impacto medioambiental, pues en
esa fecha no existía ninguna legislación vigente en España en esa materia ni en
materia de restauración ambiental. Hay que advertir que dentro del plazo de la
concesión, la actividad de la cantera se regirá por cada uno de los proyectos
autorizados, que serán independientes entre sí. Desde su comienzo carecía de la
licencia municipal a la que le obligaban las Normas Subsidiarias de Morón de la
Frontera, aprobadas por la Comisión Provincial de Urbanismo el 7 de octubre 1982,
que precisaban: ...Asimismo, es necesaria
la obtención de licencia municipal para la apertura de caminos y senderos, la
realización de cortafuegos, la excavación y extracción de áridos, la tala de
árboles...
1983 a 1987
Continuó la actividad de la cantera sin
haber obtenido la necesaria licencia municipal. Fueron alcaldes esos años
Leopoldo de la Maza Falcó (UCD), Pedro Sobrado Ucero (PSOE), Adela Escribano
Carrasco (PSOE) y Victoria Ibarra Allende (AP). Todos conocieron la ilegalidad
de la explotación y decidieron mirar para otro lado. Porque se podrá argumentar
el no tener conocimiento de las actividades industriales que se realicen en un
oscuro taller de la periferia, pero jamás servirá este argumento para una
explotación que es visible desde varios kilómetros de distancia. ¿Quiénes se
beneficiaron de la situación?
1988
En los primeros meses del año, como consecuencia de los
trabajos en la cantera, aparecieron unas cuevas con restos óseos en su
interior. Teniendo noticias el Ayuntamiento, se avisó de inmediato a la
Delegación Provincial de Cultura, que desplazó a las doctoras Cruz Auñón y
Rivero Galán para su estudio y protección. Después del correspondiente análisis
científico, determinaron las arqueólogas que correspondían a unas cuevas
artificiales y que, en su conjunto, conformaban una necrópolis de la Edad del Cobre.
A pesar del importante valor
histórico, este monumento funerario no llegó a inscribirse en el Catálogo
General del Patrimonio Histórico Andaluz porque se destruyó, al poco tiempo de
terminar su estudio, en el fragor de la actividad minera. ¿Quiénes se
beneficiaron de este hecho? ¿Por qué no se inició un expediente para investigar
lo sucedido? ¿Quiénes miraron para otro lado?
La actividad de la cantera continuaba sin la
licencia municipal, a pesar de que el 26
de septiembre de este mismo año, en una sentencia, el Tribunal Supremo afirmó
la necesidad de licencia urbanística municipal para las explotaciones mineras a
cielo abierto, sentando así jurisprudencia.
1989
El 17 de enero la Comisión de Gobierno Local
del Ayuntamiento de Morón de la Frontera acordó requerir a SIDEMOSA que presentara
la documentación necesaria a fin de poder tramitar la licencia municipal de
actividad de la que carecía para la explotación, que necesariamente debería
incluir un Estudio de Impacto Ambiental. Presidía la Corporación Pedro Luis
Vázquez García (IU), un profesional de la Enseñanza que había tomado posesión
del cargo en el mes de marzo anterior, cesando en junio de 1991.
El 7 de junio, ya con la documentación en su
poder, la Comisión de Gobierno Local informó
desfavorablemente sobre la concesión de licencia debido a las graves alteraciones medioambientales que dicha cantera
viene produciendo, a la falta de rigor del Estudio de Impacto Ambiental y de la
ineficacia de las medidas correctoras previstas.
El 14 de noviembre SIDEMOSA presentó un nuevo
Estudio de Impacto Ambiental ante la Delegación Provincial de Sevilla de Medio
Ambiente, incluyendo un Plan de Restauración de la concesión anterior. El Estudio de Impacto Ambiental se planteó
para una explotación que duraría 6 años y una cota máxima de explotación de 385 metros de altitud.
1990
El 16 de mayo el director provincial de la
Agencia de Medio Ambiente, Jesús Nieto González, emitió una resolución favorable
en el asunto denominado Declaración de Impacto Ambiental (DIA), cantera caliza
Sierra de Morón. Jesús Nieto fue uno de los máximos responsables, por omisión,
del desastre de Aznalcóllar de 1998 y actualmente está imputado por la jueza
Alaya por el fraude de los ERE falsos entre los años 2001 y 2008.
Es interesante resaltar que la propia
Delegación de Medio Ambiente indicó en otro informe fechado 18 años después, en
marzo de 2008, que: Cuando en el año 1990
se emitió la Declaración de Impacto Ambiental, todavía no existía legislación
autonómica sobre evaluación de impacto ambiental y dada la escasa vigencia
normativa estatal, eran muchos los interrogantes y muy pocos los medios y
especialistas que dominaban esta disciplina, como para realizar una valoración
real de los daños ambientales que la explotación podría llegar a ocasionar.
Más adelante llega a calificar a esa DIA de completamente anacrónica a tenor de los
progresos científicos y técnicos actuales, tal como ha quedado suficientemente
justificado en los aspectos técnicos medioambientales.
Esa DIA de mayo de 1990 no amparaba a la
Concesión Minera de 1982 en su totalidad, sino solo al proyecto de explotación
objeto de la licencia municipal requerida, con las mismas limitaciones de cota
y de tiempo. No obstante, el 25 de julio siguiente
la Comisión Provincial de Urbanismo
resolvió por unanimidad: Denegar la
autorización para la implantación de la actividad referente al Proyecto de
Legalización Explotación Minera, en Suelo No Urbanizable, en Sierra de
Esparteros promovido por SIDEMOSA, a la vista del informe negativo a la misma emitido por el Ayuntamiento
de Morón de la Frontera.
Esa denegación se basaba en el contenido de
las normas urbanísticas de Morón, y sin embargo, habían
transcurrido ocho años desde el comienzo de la actividad de la cantera y aún la
empresa carecía de la necesaria licencia municipal. ¿Quiénes se habían
beneficiado de esta situación?
1991
El 12 de noviembre el Ayuntamiento de Morón
otorgó licencia de actividad a SIDEMOSA, sujeta al estricto cumplimiento del Estudio de Impacto Ambiental que
había presentado en 1989, es decir, por
un plazo límite de explotación de 6 años que concluía el 12 de noviembre de
1997, y hasta una cota máxima de 385 metros de altitud, debiendo proceder a su
restauración antes del final del tiempo fijado. Presidía ya la Corporación
José Párraga Mendoza (PSOE), dueño ya de una empresa comercializadora de
explosivos, que había tomado posesión en junio anterior y que cesó en el cargo
en 2003. José Párraga fue condenado en 2012, a siete años de inhabilitación
para cargo público y al pago de una multa por el delito de prevaricación
urbanística, al permitir de manera continuada industrias ilegales en un
polígono de Morón.
1992 a 1995
Continuó la actividad de la cantera.
1996
El 17 de junio la Dirección General de Minas
otorgó una demasía, pasando a tener la explotación una superficie de 9
cuadrículas mineras, sin realizar ninguna evaluación ambiental, a pesar de que
ya estaba vigente la Ley 7/1994 de protección ambiental de Andalucía.
1997
La actividad de la cantera de SIDEMOSA siguió
ininterrumpidamente hasta la fecha sin
ejecutarse las supuestas labores de restauración proyectadas en el Estudio de Impacto Ambiental de 1989, duplicando
la superficie de suelo forestal y no urbanizable de especial protección
directamente destruido por la cantera, evitando a toda costa realizar ninguna
nueva evaluación de impacto ambiental y
destruyendo de manera continuada y consentida hábitats de importancia
comunitaria y un importante paisaje. A la vista de la situación alcanzada, el 7
de febrero el Pleno Municipal aprobó por unanimidad una moción en la que se acordó:
Que en base a las Normas
Subsidiarias de Planeamiento de Morón de la Frontera, que declara a la Sierra
de Esparteros “Espacio de Conservación Prioritaria” y en base a la catalogación
del Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Sevilla,
que considera a nuestra sierra “Complejo Serrano de Interés Ambiental” y
teniendo en consideración que la Sierra está ya actualmente saturada de
actividades, el Ayuntamiento de Morón expresa su voluntad de oponerse a nuevas
actuaciones mineras.
Que el Ayuntamiento de Morón
de la Frontera se dote de la necesaria capacidad jurídica y técnica para hacer
frente a cualquier nuevo intento de degradar más nuestra Sierra de Esparteros
con una actividad extractiva desmesurada, irracional e insostenible. Para ello,
el Pleno del Ayuntamiento de Morón autoriza en este momento al Sr. Alcalde a
proceder a la contratación de los profesionales del Derecho y a los
especialistas medioambientales que fuera menester por el bien de nuestra
tierra.
El 12 de noviembre caducó la licencia de
actividad que el Ayuntamiento había otorgado seis años antes para un proyecto
que contemplaba una restauración que no se había hecho. ¿Quiénes se
beneficiaron de ese incumplimiento? ¿Por qué se consintió? ¿Quiénes decidieron
mirar para otro lado?
1998
El 1 de septiembre la Consejería de Medio
Ambiente denegó una nueva explotación minera en la Sierra de Esparteros a la
empresa Herederos de Francisco Siles, de la que también formaba parte Ignacio
Siles González. Esta explotación no autorizada consistía en una ampliación de
la cantera situada a la espalda de la venta de Esparteros y su denegación se
basó en la preservación de los valores de flora, fauna y paisajísticos de la
Sierra. Hay que advertir que estos valores son los mismos que existen en la
zona de la cantera SIDEMOSA y que sin embargo se estaba permitiendo su destrucción.
El 28 de ese mismo mes, la empresa SIDEMOSA presentó ante
las autoridades competentes en minería un Plan de Restauración para la
explotación. Mientras tanto, conviene recordar que la actividad de la cantera
continuaba, ahora con la licencia municipal y el proyecto autorizado ya
caducados. ¿Quiénes se seguían beneficiando? ¿Quiénes miraron para otro lado?
1999
El 24 de marzo la Delegación Provincial de
Medio Ambiente emitió un informe calificando dicho Plan de Restauración como totalmente deficiente una vez clausurada la
mina y concedió un plazo máximo de un mes para la presentación de un nuevo
Plan de Restauración.
La cantera siguió con la actividad sin
licencia municipal.
2000-2001
Durante el año 2000 se produce uno de los
hechos más esclarecedores, que demuestra la omisión del cumplimiento de sus
obligaciones de las autoridades ambientales de la Delegación Provincial de
Medio Ambiente, en relación a la empresa SIDEMOSA.
En marzo, el Servicio de Protección
Ambiental emite un informe donde se concluye que se han sobrepasado con creces
los límites de la DIA de 1990, que no se han ejecutado las labores de
restauración y que el nuevo Plan de Restauración que se pretende aprobar
resulta una clara ampliación de la explotación que debe ser sometida a la Ley
de Protección Ambiental.
Pocos meses después, en septiembre de 2000,
consta en un informe interno del Servicio de Minas que los técnicos firmantes
del informe de marzo, junto con el entonces técnico de minas Iván Maldonado
Vidal, realizaron una visita a la cantera SIDEMOSA junto con el propietario
de la misma, Ignacio Siles González, para buscar soluciones al problema planteado.
A partir de esa visita, los responsables
medioambientales se “olvidaron” de aplicar la legislación ambiental a la
cantera SIDEMOSA durante los siguientes 12 años.
En 2011, uno de esos responsables
ambientales, Salvador Camacho Lucena, otorgó la autorización de emisiones a la
atmósfera al Crematorio de Morón, del mismo propietario que SIDEMOSA, y en 2013 fue
anulada por demostrarse su ilegalidad. En 2014, Iván Maldonado, ascendido a
Jefe del servicio de minas de Andalucía, informó favorablemente la prórroga
minera de SIDEMOSA hasta 2042.
Continuaba la explotación sin licencia
municipal. El 26 de julio de 2001 el Servicio de Protección Ambiental de la
Junta de Andalucía requirió a SIDEMOSA que presentara un nuevo Plan de Restauración y Abandono de la Sierra
de Morón y, que dada la especial
incidencia ambiental de la explotación, las garantías exigibles deberán cubrir
la totalidad de las labores de restauración.
2002
El 8 de febrero, tras el análisis de la
documentación que SIDEMOSA va entregando, se emite un nuevo informe por la Delegación Provincial
de Medio Ambiente en el que expresa que el
presupuesto presentado se considera claramente insuficiente para realizar con
éxito dicha restauración.
El 30 de abril el delegado provincial de
Empleo, Antonio Rivas Sánchez, autorizó a SIDEMOSA el llamado Plan de
Restauración. Este nuevo Plan de Restauración proyectaba romper el perfil de la
Sierra, bajo la excusa de moderar la inclinación de los taludes de la
explotación, siendo incluso más agresivo que el Proyecto de Explotación
aprobado en 1999. Antonio Rivas fue procesado años después por la jueza
Mercedes Alaya por el llamado caso Mercasevilla.
Conviene centrar la atención en el momento
en que nos encontramos: la empresa
dispone ahora de un Plan de Restauración aprobado, que deberá ejecutar hasta
2012, y deberá obtener ahora la necesaria licencia municipal para poderlo
llevar a cabo.
2003
Pronto se vieron cuáles eran las verdaderas intenciones
de la empresa, porque el 15 de mayo presentó ante la Delegación Provincial de
la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico la solicitud de elevar la
planta machacadora a la cima de la montaña, para atacar desde allí el perfil de
la sierra.
A la vista de los planes, el Departamento de
Biología Vegetal de la Universidad de Málaga desplazó a su director, Baltasar
Cabezudo Artero, doctor en Biología, para que hiciera un informe sobre la flora
y la fauna de la Sierra de Esparteros. En el muestreo detectó la presencia de 5 especies de flora especialmente
protegidas y varias parejas reproductoras de águilas perdiceras (especie
catalogada como en peligro de extinción por el Libro Rojo de las Aves de
España) y de buitres leonados (especie incluida en el Listado de Especies
Silvestres en Régimen de Protección Especial del Catálogo Andaluz de Especies
Amenazadas). Añadiendo en el informe que: La Sierra de Esparteros es un
enclave singular de particular importancia para numerosas especies de flora y
fauna, constituyéndose como una isla que contiene varios ecosistemas naturales.
Más adelante: Como indica la citada Teoría de Islas,
cualquier reducción de la zona de distribución de estas especies, como ocurrirá
si se ejecuta el Plan propuesto por SIDEMOSA, supone una amenaza para su
supervivencia, por lo que dicho Plan no debe continuarse.
Mientras tanto, la actividad de la cantera
continuaba un año más sin la licencia municipal. ¿Quiénes se estaban
beneficiando? ¿Quiénes estaban mirando para otro lado?
2004
El 17 de enero, convocados por la Plataforma
Ciudadana Sierra de Morón y la asociación GAIA- Ecologistas en Acción, la
ciudadanía de Morón se manifestó bajo el lema Justicia para la Sierra en defensa de la Sierra de Esparteros.
En Pleno Extraordinario del Ayuntamiento de
Morón celebrado el 24 de febrero se aprobó, con los votos favorables de PSOE,
IU, PA y la concejala no adscrita Ana Guerra Oliva, y la abstención de los
concejales del PP, una moción que incluyó varios puntos en defensa de la Sierra
de Esparteros. Entre ellos destaca el que dice:
La Sierra de Esparteros es un
Patrimonio Histórico, Cultural y Natural de Morón. El paisaje que su PERFIL
proyecta hacia toda la campiña sevillana se ha quedado fijado en la retina de
todas las generaciones de ciudadanos que a lo largo de la Historia han habitado
nuestro pueblo y constituye, al igual que la leyenda del Gallo, el Castillo o
la Iglesia de San Miguel, una SEÑA DE IDENTIDAD de todos los moronenses. El
proceso de destrucción que actualmente está sufriendo Nuestra Sierra por parte
de la explotación minera SIDEMOSA es totalmente IRRACIONAL E INSOSTENIBLE y por tanto incompatible con
el espíritu y la letra del artículo 45 de nuestra Constitución. (Es copia literal y hemos respetado el uso de las mayúsculas del acta).
El 25 de abril, en escritura firmada ante el
notario José Luis Moroto Ruiz, la compañía mercantil Sierra de Morón, S.A. se
transformó en Sierra de Morón, S.L.U., de la que forma parte Francisco Siles
Barrera.
Terminó el año y la actividad de la cantera
continuaba sin la licencia municipal. ¿Quiénes se estaban beneficiando?
¿Quiénes estaban mirando para otro lado?
2005
Comenzó el año y el 10 de enero la empresa
decidió solicitar al Ayuntamiento la licencia municipal para la actividad de la
cantera, en donde se estaba ejecutando el llamado Plan de Restauración. Como si
de una calculada y amañada partida de ajedrez se tratara, el Ayuntamiento no
respondió a esta solicitud. En estricto cumplimiento de las Normas
Urbanísticas, el alcalde tenía la obligación de denegarla, al igual que se
había hecho en junio de 1989, pero esta vez se decidió actuar de otra forma. Al
no haber respuesta del Ayuntamiento se estaba brindando en bandeja al
empresario el ejercer ante los tribunales una demanda en solicitud de la
licencia por silencio administrativo, como así ocurrió. En la celebración de la
vista, el abogado que representaba al Consistorio no se opuso al demandante y
el juez dictó sentencia el 19 de julio de 2011, siendo esta favorable a los
intereses del empresario. Hay que decir que en estos años fue alcalde Manuel
Morilla Ramos (PP), profesional vinculado al mundo de los toros, que había
tomado posesión de la Alcaldía en junio de 2003 y estuvo al frente de la misma
hasta junio de 2011. Manuel Morilla fue condenado en 2012 a la pena de siete
años de inhabilitación para cargo público y al pago de una multa por el delito
de prevaricación urbanística, al permitir industrias ilegales en un polígono de
Morón. También lo fue en 2013 por realizar de forma ilegal una ampliación en su
cortijo y está procesado por un juzgado de Sevilla, acusado de delito contra el
medio ambiente, en una vista que debería celebrarse en las próximas semanas.
Recientemente el Ayuntamiento de Morón se ha adjudicado varios inmuebles, que
eran propiedad de Manuel Morilla, tras ser embargados por el impago de
impuestos.
Pero esta
licencia municipal, obtenida por silencio administrativo, no llegó hasta el año
2011, y mientras tanto había continuado la actividad de la cantera, a pesar del
conocimiento que las autoridades locales tenían de esta irregularidad, como
quedó manifiesto en un Auto judicial de fecha 21 de marzo de 2005, indicando
que: El Ayuntamiento de Morón de la
Frontera, su Alcalde D. Manuel Morilla Ramos y su Concejal Delegado de
Urbanismo D. Francisco Manuel Morilla tienen pleno conocimiento de que ninguna
licencia municipal se ha concedido a la cantera de calizas SIDEMOSA con
posterioridad al año 1996.
A la vista del documento, ya sabemos los
nombres de algunos de los que prefirieron mirar para otro lado. ¿Quiénes se
beneficiaron?
Mientras tanto, el 3 de noviembre el Pleno Municipal
aprobó una moción en la que se solicitaba a la Consejería de Medio Ambiente la
inclusión de la Sierra de Esparteros en la propuesta andaluza de Lugares de
Importancia Comunitaria (LIC) y un mes más tarde, el 1 de diciembre, en otro
Pleno Municipal se aprobó otra moción ratificando la aprobada el 24 de febrero
de 2004 y que ya vimos anteriormente. En esta ocasión también contó con los
votos favorables de PSOE, IU, PA y la concejala no adscrita Ana Guerra Oliva,
absteniéndose otra vez los concejales del PP. Entre los componentes de aquella
Corporación Municipal aparecen algunos concejales que aún permanecen en sus
cargos, como son los casos de Carmen Cabeza Castilla, entonces en IU, que votó
a favor; Olaya Sáez Navarro y Antonio Ramírez Sierra, ambos del PP, que se
abstuvieron; y Nieves Ortiz Ascanio, actual concejala delegada de Cultura, Antonio
J. Bermúdez Carrascoso, actual concejal delegado de Medio Ambiente, Ignacio
Cala Bermúdez y Mª Isabel González Barrera, actuales tenientes de alcalde, los cuatro
del PSOE, que decidieron entonces votar a favor de la protección de la Sierra
de Esparteros.
2006
Continuaba la actividad de la cantera,
ejecutándose el falso Plan de Restauración, y a la espera de la resolución
judicial en el asunto de la licencia municipal.
2007
En el mes de abril se publicó el Plan
Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Sevilla, donde la
Sierra de Esparteros es catalogada como Complejo Serrano de Interés Ambiental.
Ese mismo mes la Plataforma Ciudadana Sierra de Morón elaboró el llamado
Manifiesto por la conservación de la Sierra, que fue apoyado con su firma por
numerosas personalidades del mundo de la Educación, las Artes y la Cultura.
Entre ellos se encontraban el escritor Eduardo Galeano, recientemente
fallecido, que en su visita a Morón unos años antes había manifestado su
tristeza por la situación de degradación de Esparteros; numerosos profesores
universitarios, entre ellos José Luis Malagón Bernal, Manuel Maldonado Alemán,
María Fernanda Morón de Castro, Joaquín Pascual Barea, José Luis Sevillano
Ramos, María Jesús Cala Carrillo, todos nacidos en Morón de la Frontera, y el
que fuera Hijo Predilecto de Morón y Medalla de Andalucía Juan Antonio Carrillo
Salcedo. El escrito instaba a las autoridades para que se arbitraran las
medidas necesarias para detener la destrucción de la Sierra y se comenzara una
auténtica restauración. Quiso el profesor Carrillo Salcedo entregar el
Manifiesto personalmente a la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves.
Para esta cita también fueron invitados dos representantes de esta Plataforma.
A la reunión asistió la delegada provincial de Medio Ambiente, Pilar Pérez,
quien dijo ser consciente de que la explotación minera carecía de licencia
municipal.
Pocas semanas después el Departamento de
Flora y Fauna del Servicio de Gestión del Medio Natural de la Delegación
Provincial de Sevilla de Medio Ambiente ordenó un nuevo estudio de la flora y
la fauna de la Sierra de Esparteros. El informe lo firmó la bióloga María Jesús
Martos Salinero y se publicó en el mes de agosto. Por su extensión no vamos a
reproducirlo en su totalidad, pero podemos entresacar estas apreciaciones:
La
Sierra de Esparteros constituye un enclave de especial relevancia para la
conservación de las especies de flora que la habitan y, por tanto, cualquier
actuación que implique la reducción de la superficie de sus hábitats va a
suponer el aumento del riesgo de extinción de la especie.
… El
plan de actuación de SIDEMOSA va a suponer la
pérdida irreversible de las especies de flora presentes en la zona.
… El
plan de actuación de SIDEMOSA va a suponer un
grave deterioro para las condiciones ambientales que sustentan a los hábitats y
las poblaciones de los seres vivos que habitan en la Sierra de Esparteros, y
por extensión, la pérdida de biodiversidad de la zona.
… Cualquier
reducción de la zona de distribución de las especies protegidas, como ocurrirá
si se ejecuta la actuación propuesta por SIDEMOSA,
supone una amenaza para su supervivencia por lo que dicha actividad no debe
continuarse.
Concluyendo que: El proyecto presentado por SIDEMOSA no es una
restauración. Es más, las actuaciones previstas van a causar un daño
irreparable a las poblaciones de flora y fauna, y a los hábitats que los
sustentan, por lo que es necesario que dichas actividades no sigan ejecutándose.
La Consejería de Medio Ambiente certificó
mediante este informe lo que muchos ya sabíamos, el daño que la explotación
estaba causando a la Sierra de Esparteros y que los trabajos que allí se
estaban haciendo no constituían una restauración. Pero la actividad de la
cantera continuó como en años anteriores. ¿Quiénes se beneficiaron? ¿Quiénes
miraron para otra parte?
Mientras tanto, en el mes de julio el
Parlamento de Andalucía aprobó la Ley de Gestión Integrada de la Calidad
Ambiental, conocida como Ley GICA, llamada a regular todas las actividades industriales,
dotando de mayor protección al medio ambiente. Esta ley no entraría en vigor
hasta el 20 de enero de 2008.
2008
Para
tratar de evitar la aplicación de la Ley GICA, diez días antes de su entrada en
vigor, el empresario solicitó ante las autoridades competentes en minas una
solicitud de prórroga para otros treinta años de la concesión de explotación de
la cantera; esta solicitud carecía de unos documentos técnicos imprescindibles,
que le fueron requeridos por la Junta de Andalucía en diciembre de 2010 y
entregados por la empresa el 10 de marzo de 2011, tres años después de que se
hubiera solicitado la prórroga. Por tanto no se estaba
cumpliendo el artículo 81.1 del Reglamento General para el Régimen de la Minería,
que precisa que el concesionario deberá presentar tres años antes, como mínimo, de la
terminación de la vigencia de la concesión, la correspondiente solicitud de
prórroga acompañada de un informe detallado suscrito por el director facultativo
responsable. Es decir, toda
la documentación se debería haber presentado antes del 10 de noviembre de 2009.
A pesar del claro incumplimiento del
Reglamento, la solicitud de prórroga fue admitida a trámite. ¿Quiénes se
beneficiaron? ¿Quiénes decidieron mirar para otra parte?
Mientras tanto, continuaba la actividad de
la cantera ejecutándose el llamado Plan de Restauración.
A la vista del grave perjuicio que la
actividad minera estaba provocando en el paisaje y en el medio natural de la
Sierra de Esparteros, la Delegación Provincial de Medio Ambiente se pronunció
el 14 de marzo por medio de un informe. La entonces delegada provincial Pilar
Pérez Martín afirmaba entre otras cosas:
El
proyecto presentado no es una restauración. Es más, las actuaciones previstas
van a causar un daño irreversible a las poblaciones de flora y fauna y a los
hábitats que los sustentan, por lo que es necesario que dichas medidas no sigan
ejecutándose.
…
Desde hace 16 años que se dictó Resolución de Declaración de Impacto Ambiental,
se han producido cambios substanciales en la cantera de caliza de la Sierra de
Morón, como el trámite y otorgamiento de su “demasía legal”. La realidad actual
y los efectos derivados de la entonces actividad proyectada son muy distintos y
nefastos para el medio ambiente.
Concluyendo que:
Se han
realizado diversos estudios en la zona de la Sierra de Esparteros que aseguran
que de continuar la actividad de la cantera SIDEMOSA se
ocasionarían graves perjuicios para el medio ambiente. Por todo lo
anteriormente expuesto, dada la vigencia del problema y la intención de buscar
un equilibrio entre las exigencias medioambientales y las derivadas de la
explotación de la riqueza andaluza,
consideramos que se debe
suspender la gestión del Plan de Restauración de la cantera de caliza de la
Sierra de Morón de la Frontera. Su continuidad conllevaría un grave
perjuicio para la supervivencia de las especies amenazadas existentes en el
entorno, así como la pérdida irrecuperable de la biodiversidad de la zona. (El subrayado aparece en el escrito original).
Recordemos que la Delegación de Medio
Ambiente es una de las patas del trípode sobre el que se sujeta la legalidad de
una explotación minera, y ahora se había pronunciado de manera inequívoca
calificando de nefastos para el medio ambiente los efectos de la actuación en
la cantera y considerando que se debía suspender la gestión del Plan de
Restauración. Este determinante escrito fue enviado para su ejecución al
entonces delegado provincial de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empleo
Francisco Álvaro Julio el día 31 de marzo de ese mismo año, pero debió de quedarse
“olvidado” en algún cajón, porque nunca llegó a ejecutarse. La persona
encargada de ejecutar la solicitud de suspensión del Plan de Restauración era
el jefe de Servicio de Minas, José Antonio Vega, anteriormente jefe de Servicio
de Protección Ambiental, uno de los firmantes del informe de marzo de 2000 que
se “olvidó” durante años de sus obligaciones tras visitar la cantera SIDEMOSA en septiembre de
2000. Francisco Álvaro en 2012 fue
nombrado presidente de Invercaria, empresa pública de la Junta de Andalucía.
¿Quiénes se beneficiaron de esta situación?
¿Quiénes miraron para otro lado?
2009
Pero no fue solo la Delegación de Medio
Ambiente quien apreció el daño que la cantera estaba produciendo. El Defensor
del Pueblo Andaluz, en la tramitación de una queja que le había presentado
Ecologistas en Acción, visitó la explotación minera en el otoño de 2008,
pronunciándose mediante un informe el día 9 de febrero de 2009 en el que
efectuaba tres recomendaciones:
La
necesidad de llevar a cabo cuantas actuaciones resulten oportunas a los efectos
de evitar el desarrollo, en la Sierra de Esparteros, de actuaciones que
pudiesen dañar el medio ambiente de la zona, y, en especial, de aquellas que
requieran la realización de previos procedimientos de prevención ambiental.
La
necesidad de exigir a la empresa promotora de la explotación minera la
aportación inmediata de un presupuesto suficiente para realizar con éxito la restauración
de la sierra afectada, adoptando cuantas medidas legales resulten oportunas a
los efectos de lograr garantizar la citada restauración.
La
necesidad de adoptar cuantas medidas que resulten oportunas a los efectos de
garantizar la preservación del paisaje de la zona.
Estas
recomendaciones del Defensor del Pueblo Andaluz fueron desoídas por los
responsables de aplicarlas. ¿Quiénes se beneficiaron?
¿Quiénes miraron para otro lado?
Ese mismo año la Junta de Andalucía declaraba
Las Caleras de la Sierra como Bien de Interés Cultural (BIC); desde entonces se puede visitar en la aldea el
Museo de la Cal, que recoge información precisa sobre la elaboración artesanal
de la famosa cal de Morón. De esta industria han vivido numerosas familias
moronenses desde el siglo XV, sin que la actividad extractiva de la piedra haya producido daños a
la Sierra de Esparteros, en un claro ejemplo de industria sostenible.
Posteriormente, en el año 2011, la UNESCO declaraba la Cal de Morón como Patrimonio
Cultural Inmaterial de la Humanidad.
2010-2011
Continuó la actividad de la cantera, al
amparo del llamado Plan de Restauración. En julio de 2011, por sentencia
judicial favorable, la empresa obtuvo la licencia municipal, pero exclusivamente para la parte del Plan de Restauración
que se dedica a la plantación de árboles. Recordemos que el juez determinó que
la misma se había obtenido por silencio administrativo del Ayuntamiento, como
ya explicamos cuando se inició el procedimiento en el año 2005.
2012
En enero de 2012, el actual alcalde de Morón
publicó en el BOP la adaptación de las Normas Urbanísticas de Morón a la LOUA,
que les confiere carácter de Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
En esas Normas queda absolutamente
prohibidas las actividades industriales y extractivas en la Sierra de
Esparteros. Pero la cantera siguió activa durante todo el año.
Todos conocemos el significado de la palabra
restaurar, pero por si alguien no lo recuerda, veremos qué dice el Diccionario
de la Real Academia Española de la Lengua:
Restaurar: tr. Reparar, renovar o volver a
poner algo en el estado o estimación que antes tenía.
El 7 de diciembre finalizó el plazo de la
concesión minera otorgada a SIDEMOSA para su explotación en la Sierra de Esparteros. Durante los últimos
diez años la empresa actuó al amparo de un supuesto Plan de Restauración que
dejó la Sierra en el estado que refleja esta imagen aérea de Antonio Ramos:
La
cantera había alcanzado la cota 450 metros, muy superior a la permitida (385 m)
y muy cerca del perfil de la Sierra, construyéndose un bancal de casi 40 metros
de altura, el doble de lo autorizado, con el consiguiente riesgo para la
seguridad de las personas que allí trabajan. A su vez, se agrandó la plaza de cantera
100 metros más de lo permitido hacia el núcleo de la Sierra por su extremo
occidental, para lo que tampoco estaba autorizado. A pesar de los informes de
Medio Ambiente, ordenando el cese de la actividad; del Defensor del Pueblo
Andaluz, recomendando a las autoridades medidas correctoras para garantizar la preservación del paisaje
de la zona; de los científicos de la Universidad de Málaga y de la Delegación
de Medio Ambiente, advirtiendo sobre el riesgo al que se exponían especies
protegidas de la flora y la fauna del ecosistema, nadie actuó para proteger la Sierra de Esparteros.
¿Cómo es posible que un plan de restauración
provoque daños al medio ambiente? ¿Quiénes se beneficiaron mientras tanto?
¿Quiénes estuvieron mirando para otro lado durante tanto tiempo?
2013
En diciembre de 2012 se cumplieron los 30
primeros años de la Concesión Minera de 1982, y por ello se paró la extracción
de mineral.
Por primera vez en treinta años, en la
Sierra de Esparteros no se escuchó el estruendo de la dinamita durante un año
completo, aunque la actividad de la planta machacadora no cesó, porque la industria
se fue nutriendo del mineral acumulado en los últimos meses de la explotación.
A requerimiento de la Junta de Andalucía, la
empresa fue entregando desde 2011 la documentación necesaria para el estudio de
la prórroga solicitada, incumpliendo, como ya vimos, el Reglamento al que está
sujeta la actividad minera, que fija la entrega de la documentación necesaria
para la solicitud de prórroga en un plazo mínimo de tres años antes de la fecha
de caducidad de la misma. Por
fin, el 11 de marzo de 2013 tuvo entrada en la Delegación Territorial de
Economía, Innovación, Ciencia y Empleo la Adaptación del Proyecto de
Explotación, Plan de Restauración y Estudio de Impacto Ambiental de la llamada
Explotación de recursos Sierra de Morón,
cinco años después de que entrara en vigor la llamada Ley GICA, que es la que
regula la preservación del medio ambiente en la industria y la única vigente en
esta fecha.
Mientras tanto, el 25 de abril el alcalde de
Morón de la Frontera firmó un escrito dirigido a Isidoro Albarreal Núñez, del
Grupo Municipal AMA Morón, quien le había solicitado un informe sobre las
prohibiciones que las Normas Urbanísticas declaran para las zonas calificadas como
Suelo No Urbanizable de Especial Protección, entre las que se incluye la Sierra
de Esparteros. En el mismo especificó que
entre las prohibiciones están los usos
industriales y las actividades extractivas. Al final del escrito
advirtió que no se dará traslado de estos extremos a ningún otro Organismo en tanto
no sea solicitado.
Y esa solicitud llegó ese mismo mes, porque
los trámites para el estudio de la prórroga exigen consultar a varias
instituciones, entre ellas nuestro Ayuntamiento. Así, el día 22 de abril había
salido desde la Delegación Territorial de Medio Ambiente un requerimiento para
que el alcalde enviara un informe
relativo a los aspectos de competencia de este Ayuntamiento, al impacto
ambiental que se derive de la ejecución del proyecto, así como cualquier indicación
que se estime beneficiosa para el medio ambiente. El objeto de esta consulta es
que, respecto al impacto ambiental que pueda derivarse de la actuación, se indiquen todas aquellas circunstancias,
observaciones o limitaciones que se estimen puedan realizarse en razón de las
competencias municipales.
La respuesta del alcalde tardó poco en
producirse, pues el 2 de mayo envió a la Delegación Territorial de Medio
Ambiente el informe requerido, sin que
en el mismo se hiciera mención alguna a las prohibiciones que las Normas
Urbanísticas de Morón de la Frontera establecen para las zonas calificadas como
Suelo No Urbanizable de Especial Protección.
La importancia que parecía negársele desde
esta Alcaldía a todo lo que representa la Sierra de Morón sí se la daba el Ayuntamiento
de Carmona, que en una moción aprobada el día 1 de julio proclamaba que la Sierra de Esparteros es un
referente paisajístico de incalculable valor y una seña de identidad que es
patrimonio de todos los habitantes de la campiña sevillana.
A lo largo de estos meses se estaba
procediendo al estudio de la solicitud de prórroga para la explotación de la
cantera y, mientras tanto, se produjo el relevo en la Presidencia de la Junta
de Andalucía. Susana Díaz, nueva presidenta, el 4 de septiembre en su discurso
de investidura marcaba las pautas que pretendía implantar en su gobierno.
Respecto al medio ambiente declaró: La
protección medioambiental es una garantía de progreso de las sociedades y la
defensa de los espacios naturales andaluces formará parte del compromiso
irrenunciable del nuevo Gobierno. Faltaba por ver si este noble propósito
se quedaría en la expresión simple de unas bonitas palabras o se convertiría en
el ejercicio serio de un buen gobierno. Pocos meses tardaríamos en salir de la
duda.
Entretanto, desde la Plataforma Ciudadana
Sierra de Morón elaboramos un nuevo Manifiesto en defensa de Esparteros.
Quisimos centrar la recogida de apoyos en los sectores de la Enseñanza, la
Cultura, las Artes y la Sanidad, y podemos decir con satisfacción que todos los
directores y directoras de los centros de enseñanza pública, más el del colegio
Salesiano, el director y las directoras de los centros sanitarios de San
Francisco, Rancho y CHARE, profesores y profesoras universitarios, de las
enseñanzas Primaria y Secundaria y de Bachillerato, personal sanitario y de
otros ámbitos, que enterados del propósito de nuestro manifiesto también
quisieron sumarse, hicieron en común que nuestras expectativas se desbordaran y
acumuláramos centenares de firmas, todas ellas sin haberlas solicitado a pie de
calle. Para hacer entrega de este Manifiesto fuimos recibidos en la Junta de
Andalucía por Aurora Cosano, delegada territorial en Sevilla de la Consejería
de Innovación, Ciencia y Empleo y Mª José Asencio, directora general de
Industria, Energía y Minas. En la entrevista, esta última, mostrando una foto
de la cantera en la mano, nos llegó a decir: Esta cantera está haciendo mucho daño. Este no es el modelo de
explotación que nosotros defendemos. Para añadir poco después: El empresario no va a obtener una prórroga
de 30 años, seguro.
2014
El día 22 de enero, la presidenta de la
Junta pronunció un discurso en el que de nuevo expresó su ideario con respecto
al medio ambiente. Entre sus palabras: Estamos
firmemente comprometidos con el desarrollo sostenible y vamos a incentivar
cualquier actividad que genere riqueza y empleo, pero blindando nuestro
patrimonio natural.
Pero este firme compromiso con el desarrollo
sostenible y ese anunciado blindaje de nuestro patrimonio natural parece que no
debe de afectarle a la Sierra de Esparteros, según se decidió pocas semanas
después en la Delegación Territorial de la Consejería de Innovación, Ciencia y
Empleo. El día 17 de febrero fuimos llamados desde esa Delegación para que dos
representantes de la Plataforma asistieran a una reunión en su sede, junto a
dos representantes de Ecologistas en Acción. Asistieron por parte de la Junta
María José Asencio, directora general de Industria, Energía y Minas, Iván
Maldonado Vidal, uno de los técnicos que en el año 2000 se había reunido con el
empresario Ignacio Siles González para buscar soluciones al problema planteado,
y Aurora Cosano, delegada provincial de Innovación, Ciencia y Empleo; Aurora
Cosano fue detenida en marzo de 2015 por orden de la jueza Mercedes Alaya, que
investiga el fraude en los cursos de formación, y fue cesada poco después.
Fuimos convocados para recibir la peor noticia posible para el más valioso
icono del Patrimonio Natural de Morón: se había firmado ese mismo día la
prórroga a la concesión minera solicitada por la empresa que había estado 30
años explotando la Sierra de Esparteros. De dicha resolución se negaron a
facilitar una copia, con la clara intención de crear indefensión e impedir que
pudiera ser recurrida. El otorgamiento lleva la firma de María José Asencio, la
misma persona que cuatro meses antes se había pronunciado diciendo que la
cantera estaba haciendo mucho daño y que aseguraba que la empresa no iba a
obtener una prórroga de 30 años. En la charla indicó que había recibido enormes presiones de todo tipo, del empresario, del
sindicato y de los políticos. Conocemos el nombre del empresario, también
sabemos que una representación de la UGT local había acudido a la Junta identificándose
con la empresa, pero no conocemos los nombres de esos políticos que, vulnerando
las Normas Urbanísticas de Morón, presionaron para facilitar los intereses
económicos de unos cuantos en perjuicio del interés general. Para el
otorgamiento de la prórroga se decidió aplicar la Ley 7/94 de Protección Ambiental
de Andalucía, que ya estaba derogada, en detrimento de la llamada Ley GICA,
mucho más exigente con las medidas medioambientales y que estaba vigente desde
2008.
El mismo Defensor del Pueblo Andaluz ya se
había manifestado en la Resolución del 12 de julio de 2013, en el sentido de
que la ley a aplicar era la GICA, por entender que no se trataba de una simple
prórroga, al haberse modificado sustancialmente el proyecto de explotación
inicial autorizado en 1982.
¿Por qué se aplicó una ley que ya no
existía? ¿Quiénes se beneficiaron con esta medida? ¿Quiénes decidieron mirar para
otro lado?
Con
la concesión de la prórroga, la Junta de Andalucía, con la connivencia del gobierno
local, autorizaba a la empresa a
profundizar 100 metros la cantera hacia el núcleo de la Sierra por la parte
oriental y a rebajar la plaza de cantera 40 metros, con el consiguiente riesgo
para el acuífero allí existente y que sirve para abastecer de agua a núcleos
importantes de la población, a pesar de la advertencia que en este sentido
había realizado el jefe del Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de
Morón en un informe del 2 de mayo de 2013.
Una de las claves de este despropósito
podemos encontrarla en las palabras de la consejera de Medio Ambiente, María
Jesús Serrano Jiménez, pronunciadas en su comparecencia parlamentaria del día 5
de marzo, cuando fue interpelada por la diputada Marina Segura Gómez (IU).
Según recoge el Diario de Sesiones del Parlamento de Andalucía de esa fecha, la
consejera, explicando las razones de la concesión de la prórroga, dijo: Durante el trámite de evaluación se recabó
información al Ayuntamiento de Morón, en el ámbito de sus competencias, del
impacto ambiental derivado de la ejecución del proyecto, o cualquier indicación
que considerase beneficiosa para el medio ambiente y que pudiera aportar el
Ayuntamiento de Morón. Desde el Ayuntamiento de Morón se manifiesta que desde
el punto de vista medioambiental no hay condicionantes específicos ambientales
que sean competencia municipal que deban ser señalados. Por otro lado, el Plan
General de Ordenación Urbana de Morón de la Frontera, que se está tramitando en
estos momentos, recoge que las actividades mineras existentes con anterioridad
a la entrada en vigor del mismo, estarán totalmente conformes a la legalidad a
efectos urbanísticos, siempre y cuando cuenten con las autorizaciones del
órgano sustantivo, que es el caso que nos ocupa. Nos vamos a detener en dos
de sus afirmaciones. Cuando dice que desde
el Ayuntamiento de Morón se manifiesta que desde el punto de vista
medioambiental no hay condicionantes específicos ambientales que sean
competencia municipal que deban ser señalados, ¿quiere decir que para nuestro
alcalde las Normas Urbanísticas vigentes no son competencia municipal? Por otra
parte, habla del Plan General de Ordenación Urbana de Morón (PGOU), que se está tramitando en estos momentos, según
ella admite; pero, ¿por qué hace referencia al PGOU no aprobado aún e ignora el
vigente, que sí prohíbe las actividades extractivas en la Sierra de Esparteros?
¿Desde cuándo pueden considerarse válidas para amparar una resolución unas normas
urbanísticas que ni siquiera han sido aprobadas a la fecha en que estamos? ¿Esa
es la base legal de la concesión de la prórroga? La propia consejera, con sus
palabras, está declarando nula de pleno derecho la concesión minera.
En el mes de noviembre siguiente,
Ecologistas en Acción anunció la interposición de un recurso de alzada contra
el otorgamiento de la prórroga y ante la falta de respuesta de la Junta, solicitó
al TSJA la ampliación del recurso contra la prórroga otorgada.
A los pocos días de serle concedidos otros
30 años de explotación, la empresa reanudó la actividad en la cantera, a pesar de no contar con la necesaria licencia
municipal para el nuevo proyecto de actuación.
2015
Hemos hecho referencia en varias ocasiones
en este escrito a las Normas Urbanísticas de Morón de la Frontera en el sentido
de la calificación que otorgan a la Sierra de Esparteros, fijándola en la
categoría de Zona No Urbanizable de Especial Protección y Conservación
Prioritaria. Todos sabemos lo que significa “especial protección”, pero parece
que nuestros gobernantes quieren ignorarlo, o al menos así lo demuestran cuando
defienden la redacción del nuevo PGOU que se tramita en estos meses. En el
mismo se retira lo de “conservación prioritaria”, pero se mantiene lo de
“especial protección” para la Sierra y se añaden un par de líneas que consienten
la continuidad de la explotación de la cantera, contradiciendo por tanto el
verdadero significado de estas palabras. Abierto el periodo de alegaciones que
la ley exige, la Plataforma Ciudadana Sierra de Morón decidió iniciar una
recogida de firmas entre la ciudadanía para apoyar una alegación en la que se
solicita la anulación de ese subapartado. A pesar de que transcurrían los meses
de diciembre y enero, y todos sabemos la climatología propia de esos días,
donde mantenerse a pie de calle en las esquinas soportando el frío del
anochecer era todo un acto de resistencia, se
recogieron 4.431 firmas en apoyo a la protección de la Sierra de Esparteros.
Ninguna recogida de firmas en Morón había alcanzado esta cifra en tan poco
tiempo, demostrando a quien quiera verlo que estamos ante un caso donde la
sensibilidad de los ciudadanos es más que manifiesta. Porque defendemos nuestro
Patrimonio Natural, algo nuestro e importante, como quedó señalado una vez más
estas semanas pasadas, cuando se supo que la
Red de Información Ambiental de Andalucía, adscrita a la Consejería de Medio
Ambiente, designó a la Sierra de Morón como uno de los tres hitos de mayor
visibilidad paisajística de la provincia de Sevilla, y esto no es un asunto
baladí si tenemos presente que entre estos hitos, y en otras provincias, también
se han señalado como tales la Peña de los Enamorados y la Alcazaba de Almería,
entre otros. ¿Alguien se imagina al alcalde de Antequera o al de Almería
mirando para otro lado para no aplicar las normas urbanísticas en un caso de
destrucción de sus símbolos paisajísticos?
Porque lo de mirar para otro lado es lo que
parece haber ocurrido en nuestro Ayuntamiento y en la Junta de Andalucía, si
nos atenemos al informe emitido por el Defensor del Pueblo Andaluz el pasado 24
de febrero, respondiendo a una queja formulada por Ecologistas en Acción. Se
trata de un documento muy extenso, por lo que no es aconsejable reproducirlo en
su totalidad en esta comunicación, pero del que podemos extraer estas
consideraciones:
El
Ayuntamiento de Morón de la Frontera ha omitido, en el informe que envió a la
Consejería de Medio Ambiente, que el suelo sobre el que se ubica el proyecto de
primera prórroga de la concesión de explotación de recursos mineros “Sierra de
Morón” tiene la calificación de suelo no
urbanizable categoría 1 (conservación prioritaria) grupo 1 (frondosas). También
hemos de concluir que la Consejería de Medio Ambiente no ha sido todo lo
diligente que habría cabido esperar cuando la omisión urbanística ha sido
puesta de manifiesto. (El uso de la negrita se
corresponde con el texto original).
Más adelante: Por lo tanto, no comprendemos el porqué el Ayuntamiento de Morón de la
Frontera no ha informado (o ha obviado la información) a la Consejería de Medio
Ambiente que el suelo afectado por el proyecto en cuestión está clasificado
como no urbanizable protegido y, desde luego, constituye una incidencia que, a
nuestro juicio, es merecedora de revisar el procedimiento llevado a cabo para
otorgar la Declaración de Impacto Ambiental.
También: En
consecuencia, el informe del Ayuntamiento de Morón de la Frontera, habida
cuenta que ha omitido datos esenciales que afectan al proyecto de primera
prórroga de Sierra de Morón, debe considerarse insuficiente y, por tanto, la
Declaración de Impacto Ambiental otorgada, que no tuvo en cuenta esa
información, debe ser reconsiderada.
Para concluir diciendo: De esta forma, la omisión, por parte del Ayuntamiento de Morón de la
Frontera, de las características urbanísticas del suelo afectado por la
actuación, constituye, a juicio de esta Institución, un incumplimiento del
deber de buena administración a que toda Administración está obligado, previsto
en el artículo 31 del Estatuto de Autonomía de Andalucía, que hace referencia a
la “información veraz”.
Es el Defensor del Pueblo Andaluz quien dice
que por parte del Ayuntamiento de Morón
se ha incumplido el deber de buena administración faltando a la obligación de
facilitar información veraz, y que la Declaración de Impacto Ambiental emitida
por la Junta de Andalucía debe ser reconsiderada.
Nosotros nos preguntamos: ¿quiénes se han
beneficiado de ello?
Pero no en todos los casos se ha actuado
así, si tenemos presente lo que hace pocos días apareció en los medios de
información sobre una cantera existente en la Sierra de Montellano, un paraje
similar al de la Sierra de Esparteros, y en donde la empresa explotadora
también había solicitado una prórroga de 30 años:
La
Delegación Territorial de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y
Empleo en Sevilla ha aprobado la modificación del Plan de Restauración de la
concesión minera "Santa Isabel", en el término municipal de
Montellano. Con fecha 21 de mayo de 2013, la Dirección General de Industria,
Energía y Minas de la citada Consejería resolvía denegar el otorgamiento de la
prórroga de treinta años del periodo de vigencia, desde la fecha del
vencimiento de la anterior, a esta cantera cuyo titular es la entidad Compañía
General de Canteras, S.A.
Del contraste entre una resolución y otra,
en situaciones calcadas, se pueden sacar todas las conclusiones que pasen por
la imaginación del lector.
También ha aparecido estos días en la prensa
la información que Ecologistas en Acción ha presentado una querella por
prevaricación ambiental contra el alcalde de Morón y contra los cargos de Medio
Ambiente de la Junta de Andalucía por
ocultar información respecto a la protección de la Sierra de Morón. Añadiendo
a continuación que: El hecho principal de
la querella es que todos los denunciados, actuando como autoridades o
funcionarios del Ayuntamiento de Morón de la Frontera o de la Delegación
Territorial en Sevilla de la Consejería de Medio ambiente y Ordenación del
Territorio, han omitido, a sabiendas de su injusticia, la aplicación de la
legalidad urbanística establecida en el actual PGOU de Morón, vigente desde
abril de 2012, que prohíbe de manera taxativa las actividades extractivas donde
se ubica la explotación minera Sierra de Morón.
A día de hoy, la actividad de la cantera
continúa sin haber obtenido la licencia municipal a que está obligada por ley.
Y aquí damos por acabada la crónica de los
hitos más relevantes que han acompañado en el tiempo a la explotación minera de
la Sierra de Esparteros. Si el lector ha completado la lectura de la misma, ya
tiene información para sacar sus propias conclusiones.
Empleo
A esta Plataforma se han ido agregando a lo
largo de los años personas de todas las edades y condición social, algunas de
ellas en situación de desempleo o viviendo muy de cerca, en el ámbito familiar,
el terrible y crónico problema del paro. Por tanto, la sensibilidad sobre este
problema es muy alta, como no podría ser de otra forma. A sabiendas de que uno
de los argumentos que se suele emplear a la hora de defender la continuidad de
la cantera es el de los puestos de trabajo creados, queremos expresar nuestra
propuesta en esta cuestión. Lo vamos a hacer, como cada uno de nuestros
razonamientos, basándonos en el análisis de documentos que no permitan dudas.
El Proyecto de Explotación suscrito por la empresa SIDEMOSA y presentado ante la autoridad minera
para la solicitud de la prórroga dice:
Observamos
que en la explotación se podrían mantener los trabajos de la plantilla actual,
compuesta por un encargado, un perforista, dos plantistas, un maquinista
(retro), tres personas dedicadas a dumper/placa y otra a la planta. En total
nueve personas.
Estos son los números, dichos por el propio
empresario. Y no se trata de entrar en valoraciones sobre la importancia de
nueve puestos de trabajo, sino en lo que representan esos trabajos. Desde esta
Plataforma defendemos la creación de empleo, pero no cualquier empleo; nuestros
valores nos impiden aceptar como válidos los puestos de trabajo generados por
una actividad que destruye el más valioso estandarte del Patrimonio Natural de
Morón, como tampoco aceptaríamos los que se generarían en un hipotético
desmantelamiento, piedra a piedra, de la iglesia de San Miguel o del Castillo, como
tampoco aceptaríamos la implantación de la pena de muerte a cambio de los
puestos de trabajo de verdugos que se crearían.
Creemos en la potencial fuerza laboral de la
actividad restauradora, como se ha demostrado en multitud de planes de
actuación en los más diversos lugares, y para reforzar lo que decimos nos vamos
a centrar en uno muy cercano, que nos va a servir como ejemplo.
Desde hace unas semanas se desarrolla el Proyecto
para acondicionamiento y ajardinado del Hundidero, una feliz idea que resuelve
de manera sostenible uno de los espacios urbanos más desaprovechados de Morón,
devolviéndolo así a la ciudadanía para su uso y disfrute. Leyendo el proyecto
de actuación, vemos que el gobierno local lo ha emprendido para evitar que se convierta en una zona degradada, tanto desde el
punto de vista urbanístico como medioambiental. Sin duda, evitar la degradación desde el punto de
vista urbanístico y medioambiental es un noble propósito de nuestro
gobierno local, que se aplica para el
Hundidero, pero lamentamos que el mismo gobierno local no lo contemple también para
proteger la Sierra de Esparteros.
Pues bien, comparando los proyectos del
Hundidero y el que el empresario ha diseñado para la futura e hipotética restauración
que tendría que realizar en la Sierra de Esparteros, podemos observar la siguiente
tabla:
Hundidero
|
Esparteros
|
|
Superficie de actuación
|
9.622 m2
|
225.456 m2
|
Presupuesto económico
|
376.425 €
|
265.498 €
|
Generación de empleo
|
208
|
9
|
Sabemos que no son dos actuaciones
similares, y que por tanto no son directamente proporcionales las cifras, pero
aún así los números son elocuentes y hablan por sí solos. Para una superficie
veinte veces menor que la de la cantera, se emplean un total de 208 personas
(180 peones y 28 oficiales). Solo queda imaginar cuánta mano de obra generarían
esos 225.456 m2 de suelo si se hiciera sobre el mismo una restauración cierta,
con la creación de taludes que permitieran la labor de siembra, la extensión de
tierra vegetal sobre los mismos y los bancales, la siembra de las especies
propias del hábitat de Esparteros, el riego necesario para el arraigo de las
plantas, etc.
Nuestra
propuesta es más optimista para el corto plazo, y también para el largo, porque
restaurando se podría generar más empleo de forma inmediata y, con el resultado
de la restauración, se contemplaría un escenario en donde otras actividades
productivas serían posibles, como la explotación
ganadera extensiva o, sobre todo, el turismo de la naturaleza, donde se
mantendrían puestos de trabajo estables, como ocurre actualmente en muchos
pueblos serranos de nuestro entorno, y ayudaría a dinamizar el comercio en la
aldea de Las Caleras de la Sierra.
Nuestro
Patrimonio
Una sociedad que se desarrolla de manera
sostenible mejora en materia de conocimiento, eficacia y sabiduría. Lo hace sin
apropiarse y destruir el ecosistema, deteniéndose en el momento en el cual el
ecosistema pueda continuar funcionando y renovándose a sí mismo año tras año.
Las ciudades y los pueblos pueden crecer y desarrollarse, pero para ello no hay
que destruir el Patrimonio Natural, conformado a lo largo de millones de años,
que debemos entregar a las generaciones venideras en el punto de conservación
en que lo heredamos.
Ninguna
escritura de propiedad otorga el derecho a destruir la Sierra de Esparteros, nominada Complejo Serrano de Interés Ambiental y uno de los hitos
visibles de mayor importancia paisajística de la provincia de Sevilla, según la
catalogó hace unas semanas la Red de Información Ambiental de Andalucía, y en
cuyas faldas está la aldea Las Caleras de la Sierra, declarada Bien de Interés
Cultural, una de las cunas donde se coció la famosa Cal de Morón, considerada
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Cualquier moronense que añore su ciudad va a
fijar su recuerdo en San Miguel, el Castillo, el Gallo o la Sierra de
Esparteros. Eso lo sabemos todos y por eso, cuando queremos que una imagen de
Morón toque la parte sensible que llevamos dentro, buscamos el ángulo preciso
en que aparezcan agrupados estos iconos, como pasa con el folleto de propaganda
que ha publicado recientemente el PSOE y cuya portada reproducimos para que las
personas que no la conozcan puedan observarla.
Como se puede comprobar, ahí están San Miguel, el Castillo y, al fondo, Esparteros, fieles a la cita para la que cada cuatro años son requeridos. Pero no es esta la imagen que de la Sierra de Esparteros vemos cada día los moronenses, ya quisiéramos. Hay otra mucho menos agradable, pero más real, que también conviene ver.
La
foto aérea de Antonio Ramos fue hecha hace unas semanas y nos muestra el estado
de degradación alcanzado en Esparteros.
A las autoridades
Habría que conocer las
razones por las que se ha llegado al punto de destrucción de la Sierra. Sin
duda, la primera es la codicia de unos pocos, que además han actuado, y siguen
haciéndolo, al margen de la legalidad la mayor parte de los 30 años de la
actividad de la cantera, como ya vimos en el desarrollo cronológico que
expusimos anteriormente. Pero esta actuación no hubiera sido posible sin la
complicidad de unos gobernantes que les dejaron hacer. Viendo el estado de
degradación social al que hemos llegado en España, donde asistimos a un
continuo desfile ante los juzgados de muchas personas que han tenido
responsabilidades políticas, no sería muy descabellado pensar que de los
millones de euros generados en la explotación minera a lo largo de los años, no
todos terminaron en las cuentas corrientes de los accionistas de la empresa.
Pedimos que los intereses de la ciudad de Morón prevalezcan sobre
los de los individuos, por muy adinerados que estos sean.
Pedimos coherencia con los valores que se han proclamado. Porque no
es de recibo que algunos concejales del PSOE, entonces en la oposición, votaran
a favor de unas mociones donde de manera precisa se decía que: El proceso de destrucción que actualmente
está sufriendo Nuestra Sierra por parte de la explotación minera SIDEMOSA es totalmente IRRACIONAL E
INSOSTENIBLE y por tanto incompatible con el espíritu y la letra del artículo
45 de nuestra Constitución (las mayúsculas aparecen en
el Acta del Pleno donde se aprobaron), cuando ahora, estas mismas personas,
algunas de ellas tenientes de alcalde o concejal de Medio Ambiente, se
pronuncian a favor de un PGOU que pretende consolidar en el tiempo y dar
legalidad a la cantera para otros 30 años más. Porque si en los años 2004 y
2005 la explotación era IRRACIONAL E
INSOSTENIBLE, ahora, que ha avanzado más en su destrucción, ¿cómo la
podríamos calificar?
Pedimos
que sean oídas las 4.431 personas que han solicitado con su firma que la Sierra
de Esparteros siga gozando de la máxima protección ambiental que le otorgan las
Normas Urbanísticas de Morón vigentes a día de hoy, sin que se añadan
condicionantes que devalúen la garantía medioambiental.
Pedimos
que las personas que tienen responsabilidades de gobierno observen y exijan el
cumplimiento de la Ley y dejen de mirar para otro lado, porque, de seguir así,
cualquier mañana, al mirarse al espejo, van a percibir que de tanto torcer los
ojos padecen estrabismo.
En Morón de la Frontera, a 22 de abril
de 2015, siendo el Día Internacional de la Madre Tierra.
Descargalas en versión PDF: https://drive.google.com/file/d/0B3xBPBnU_dA3SEtmdTMwOHZUMk0/view?usp=sharing
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