La Sierra de Esparteros. Historia de un estrabismo político




…Más arriba, hacia la Sierra de Esparteros, veíanse infinidad de grupos en continua ascensión, deseosos de ser los primeros en llegar al picacho. 
El Liberal, edición del 14 de octubre de 1933

Y tras el curso del río, como la presencia remota, misteriosa e inmóvil de las esfinges, herido sin pudor por las dentelladas de antiguas y nuevas canteras, allí se alza Montegil, la sierra en cuyas entrañas manan fuentes de agua fresca como la nieve primera, y que desde la enorme masa, toda de piedra caliza, derrama una pálida luz sobre los campos, los animales y los hombres.

Alberto García Ulecia

             La Sierra de Esparteros, llamada por los antiguos Montegil, otorga una marcada personalidad al paisaje natural de Morón; es fácil asociar su peculiar silueta desde cualquier punto en que la divisemos con la población de Morón, bajo cuyas faldas se asienta. Se trata de nuestra sierra, de nuestro signo de identidad y de nuestra historia, porque cuando los moronenses echamos la vista atrás, seguro que aparece, nítido en la memoria, el recuerdo feliz de un momento de nuestra vida en la Sierra de Esparteros, ya de escolares, ya de romeros, ya de excursionistas. Pertenece a nuestro Patrimonio Natural y forma parte de la memoria colectiva de los moronenses, al igual que otros elementos de nuestro Patrimonio Histórico y Cultural como son el Castillo, la iglesia de San Miguel o la leyenda del Gallo.

La Plataforma Ciudadana Sierra de Morón aglutina un grupo de personas identificadas con el valor cultural y natural de Esparteros, y desde el año 2003 aunamos nuestro esfuerzo para detener esas heridas sin pudor, como las llamó nuestro poeta Alberto García Ulecia, esas dentelladas de dinamita que unos pocos le infligen ante la indiferencia, cuando no la prevaricadora complicidad, de muchos de nuestros gobernantes. No podemos ignorar la situación sin renunciar a nosotros mismos y no vamos a cesar en nuestro empeño cuando nos legitiman la razón y la ley; porque no son pocas las convenciones internacionales y leyes españolas que precisan de manera clara el derecho que nos asiste:

Convención del Patrimonio Mundial y Cultural de la UNESCO. Celebrada en 1972, proclama que:
La identidad cultural de los pueblos se ha forjado en el medio en que viven y, a menudo, las obras humanas más hermosas obtienen una parte de su belleza del lugar en que se encuentran ubicadas. Y, por desgracia, en nuestro mundo moderno tanto los bienes culturales como los sitios naturales aparecen seriamente amenazados por todo tipo de degradaciones.

Constitución Española. Aprobada en 1978, señala entre sus puntos:
Artículo 45
1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.
2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.

Ley de Fauna y Flora Silvestres. Promulgada por el Parlamento de Andalucía en octubre de 2003, fija entre sus artículos:
Artículo 3. Fines.

Son fines de la presente Ley:

a) La preservación de la biodiversidad garantizando la supervivencia de las especies mediante la protección y conservación de la flora y la fauna silvestres y sus hábitats, así como la ordenación de sus aprovechamientos.

b) Garantizar el derecho de todos al uso y disfrute del medio natural como espacio cultural y de ocio, susceptible de aprovechamientos que fomenten el desarrollo sostenible, y transmisible a las generaciones futuras.

Estatuto de Autonomía de Andalucía. Aprobado por el Congreso de los Diputados en noviembre de 2006, señala:

Artículo 28. Medio ambiente.

1. Todas las personas tienen derecho a vivir en un medio ambiente equilibrado, sostenible y saludable, así como a disfrutar de los recursos naturales, del entorno y el paisaje en condiciones de igualdad, debiendo hacer un uso responsable del mismo para evitar su deterioro y conservarlo para las generaciones futuras, de acuerdo con lo que determinen las leyes.

2. Se garantiza este derecho mediante una adecuada protección de la diversidad biológica y los procesos ecológicos, el patrimonio natural, el paisaje, el agua, el aire y los recursos naturales.

Convenio europeo del paisaje. Lanzado por el Consejo de Europa, fue ratificado por el Gobierno de España en noviembre de 2007. Expresa la convicción de

Que el paisaje es un elemento clave del bienestar individual y social y de que su protección, gestión y ordenación implican derechos y responsabilidades para todos. Por tanto las autoridades públicas se comprometen a reconocer jurídicamente al paisaje como elemento fundamental del entorno humano, expresión de la diversidad de su patrimonio común cultural y natural y como fundamento de su identidad. Debiéndose definir y aplicar en materia del paisaje políticas destinadas a la protección, gestión y ordenación del mismo mediante la adopción de medidas específicas.

Estrategia del Paisaje de Andalucía. Aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía en marzo de 2012. Manifiesta que

El paisaje es además la imagen del ecosistema, su capacidad de integración permite considerarlo como la primera evidencia de la calidad ambiental y natural de un territorio. Es un indicador, por tanto, del comportamiento para con el medio de sus habitantes y la primera y última imagen que reciben nuestros visitantes.

Normas Urbanísticas de Morón de la Frontera. Constituyen las normas que deben regir las políticas de urbanismo y ordenación del territorio en el ámbito local. Fueron publicadas en el BOP del 21 de enero de 2012 y están vigentes a día de hoy. En ellas se clasifica la Sierra de Esparteros, como Suelo No Urbanizable de Especial Protección, subcategoría de Conservación Prioritaria. Definiendo como tales aquellos a los que se les reconocen especiales valores de carácter natural, ambiental, paisajístico o histórico y para los que se pretende compatibilizar aprovechamientos socioeconómicos tradicionales y no agresivos con su naturaleza y función, asegurando en todo caso su mantenimiento y no transformación. En tales suelos las Normas Urbanísticas prohíben de forma taxativa las actividades industriales de extracción de minerales.

A la vista de lo expuesto anteriormente y observando la realidad de la Sierra de Esparteros, cabe preguntarse de qué sirve adherirse a convenios internacionales y de qué sirve promulgar leyes a las que se les va a buscar la trampa para eludir su cumplimiento. Es necesario expresar aquí que las Normas Urbanísticas constituyen un instrumento fundamental en la política local y que en base a ellas, el Ayuntamiento ostenta la condición de autoridad a los efectos del procedimiento de prevención ambiental, por ser quien finalmente autoriza o desautoriza la ejecución de los trabajos de la cantera por medio de la preceptiva licencia municipal, siendo esta última, junto a la autorización de la Dirección General de Minas y a la de la Consejería de Medio Ambiente, las tres condiciones imprescindibles para que una explotación minera sea legal. Y esta legalidad ha estado ausente durante mucho tiempo en la explotación de la Sierra de Esparteros; muchas personas nos preguntan sobre este particular y somos conscientes de la carencia de información al respecto en una mayoría, por tanto, vamos a relacionar a continuación, por orden cronológico, los hitos más significativos que se han ido produciendo a lo largo del tiempo desde que se inició la explotación minera que nos trae.
Es complejo resumir en poco espacio el devenir de 30 años, pero para tener una visión global de los hechos pedimos al lector un poco de esfuerzo, porque de la lectura total del documento se podrán extraer conclusiones más fundadas. Desde su comienzo en 1982 y detallados por años:


1982

El 10 de noviembre la Junta de Andalucía otorgó la Concesión de la Explotación de la Sección C, denominada Sierra de Morón, cuyo promotor fue SIDEMOSA, de la que formaba parte Ignacio Siles González, para cuatro cuadrículas mineras y por un plazo inicial de 30 años, prorrogables por periodos iguales hasta un máximo de 90 años. Se acogió a la Ley de Minas 22/1973, que no contemplaba estudio sobre el impacto medioambiental, pues en esa fecha no existía ninguna legislación vigente en España en esa materia ni en materia de restauración ambiental. Hay que advertir que dentro del plazo de la concesión, la actividad de la cantera se regirá por cada uno de los proyectos autorizados, que serán independientes entre sí. Desde su comienzo carecía de la licencia municipal a la que le obligaban las Normas Subsidiarias de Morón de la Frontera, aprobadas por la Comisión Provincial de Urbanismo el 7 de octubre 1982, que precisaban: ...Asimismo, es necesaria la obtención de licencia municipal para la apertura de caminos y senderos, la realización de cortafuegos, la excavación y extracción de áridos, la tala de árboles...

1983 a 1987

Continuó la actividad de la cantera sin haber obtenido la necesaria licencia municipal. Fueron alcaldes esos años Leopoldo de la Maza Falcó (UCD), Pedro Sobrado Ucero (PSOE), Adela Escribano Carrasco (PSOE) y Victoria Ibarra Allende (AP). Todos conocieron la ilegalidad de la explotación y decidieron mirar para otro lado. Porque se podrá argumentar el no tener conocimiento de las actividades industriales que se realicen en un oscuro taller de la periferia, pero jamás servirá este argumento para una explotación que es visible desde varios kilómetros de distancia. ¿Quiénes se beneficiaron de la situación?

1988

En los primeros meses del año, como consecuencia de los trabajos en la cantera, aparecieron unas cuevas con restos óseos en su interior. Teniendo noticias el Ayuntamiento, se avisó de inmediato a la Delegación Provincial de Cultura, que desplazó a las doctoras Cruz Auñón y Rivero Galán para su estudio y protección. Después del correspondiente análisis científico, determinaron las arqueólogas que correspondían a unas cuevas artificiales y que, en su conjunto, conformaban una necrópolis de la Edad del Cobre
A pesar del importante valor histórico, este monumento funerario no llegó a inscribirse en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz porque se destruyó, al poco tiempo de terminar su estudio, en el fragor de la actividad minera. ¿Quiénes se beneficiaron de este hecho? ¿Por qué no se inició un expediente para investigar lo sucedido? ¿Quiénes miraron para otro lado?

La actividad de la cantera continuaba sin la licencia municipal, a pesar de que el 26 de septiembre de este mismo año, en una sentencia, el Tribunal Supremo afirmó la necesidad de licencia urbanística municipal para las explotaciones mineras a cielo abierto, sentando así jurisprudencia.

1989

El 17 de enero la Comisión de Gobierno Local del Ayuntamiento de Morón de la Frontera acordó requerir a SIDEMOSA que presentara la documentación necesaria a fin de poder tramitar la licencia municipal de actividad de la que carecía para la explotación, que necesariamente debería incluir un Estudio de Impacto Ambiental. Presidía la Corporación Pedro Luis Vázquez García (IU), un profesional de la Enseñanza que había tomado posesión del cargo en el mes de marzo anterior, cesando en junio de 1991.
El 7 de junio, ya con la documentación en su poder, la Comisión de Gobierno Local informó desfavorablemente sobre la concesión de licencia debido a las graves alteraciones medioambientales que dicha cantera viene produciendo, a la falta de rigor del Estudio de Impacto Ambiental y de la ineficacia de las medidas correctoras previstas.
El 14 de noviembre SIDEMOSA presentó un nuevo Estudio de Impacto Ambiental ante la Delegación Provincial de Sevilla de Medio Ambiente, incluyendo un Plan de Restauración de la concesión anterior. El Estudio de Impacto Ambiental se planteó para una explotación que duraría 6 años y una cota máxima de explotación de 385 metros de altitud.

1990

El 16 de mayo el director provincial de la Agencia de Medio Ambiente, Jesús Nieto González, emitió una resolución favorable en el asunto denominado Declaración de Impacto Ambiental (DIA), cantera caliza Sierra de Morón. Jesús Nieto fue uno de los máximos responsables, por omisión, del desastre de Aznalcóllar de 1998 y actualmente está imputado por la jueza Alaya por el fraude de los ERE falsos entre los años 2001 y 2008.

Es interesante resaltar que la propia Delegación de Medio Ambiente indicó en otro informe fechado 18 años después, en marzo de 2008, que: Cuando en el año 1990 se emitió la Declaración de Impacto Ambiental, todavía no existía legislación autonómica sobre evaluación de impacto ambiental y dada la escasa vigencia normativa estatal, eran muchos los interrogantes y muy pocos los medios y especialistas que dominaban esta disciplina, como para realizar una valoración real de los daños ambientales que la explotación podría llegar a ocasionar.

Más adelante llega a calificar a esa DIA de completamente anacrónica a tenor de los progresos científicos y técnicos actuales, tal como ha quedado suficientemente justificado en los aspectos técnicos medioambientales.

Esa DIA de mayo de 1990 no amparaba a la Concesión Minera de 1982 en su totalidad, sino solo al proyecto de explotación objeto de la licencia municipal requerida, con las mismas limitaciones de cota y de tiempo. No obstante, el 25 de julio siguiente la Comisión Provincial de Urbanismo resolvió por unanimidad: Denegar la autorización para la implantación de la actividad referente al Proyecto de Legalización Explotación Minera, en Suelo No Urbanizable, en Sierra de Esparteros promovido por SIDEMOSA, a la vista del informe negativo a la misma emitido por el Ayuntamiento de Morón de la Frontera.

Esa denegación se basaba en el contenido de las normas urbanísticas de Morón, y sin embargo, habían transcurrido ocho años desde el comienzo de la actividad de la cantera y aún la empresa carecía de la necesaria licencia municipal. ¿Quiénes se habían beneficiado de esta situación?

1991

El 12 de noviembre el Ayuntamiento de Morón otorgó licencia de actividad a SIDEMOSA, sujeta al estricto cumplimiento del Estudio de Impacto Ambiental que había presentado en 1989, es decir, por un plazo límite de explotación de 6 años que concluía el 12 de noviembre de 1997, y hasta una cota máxima de 385 metros de altitud, debiendo proceder a su restauración antes del final del tiempo fijado. Presidía ya la Corporación José Párraga Mendoza (PSOE), dueño ya de una empresa comercializadora de explosivos, que había tomado posesión en junio anterior y que cesó en el cargo en 2003. José Párraga fue condenado en 2012, a siete años de inhabilitación para cargo público y al pago de una multa por el delito de prevaricación urbanística, al permitir de manera continuada industrias ilegales en un polígono de Morón.

1992 a 1995

Continuó la actividad de la cantera.

1996

El 17 de junio la Dirección General de Minas otorgó una demasía, pasando a tener la explotación una superficie de 9 cuadrículas mineras, sin realizar ninguna evaluación ambiental, a pesar de que ya estaba vigente la Ley 7/1994 de protección ambiental de Andalucía.

1997

La actividad de la cantera de SIDEMOSA siguió ininterrumpidamente  hasta la fecha sin ejecutarse las supuestas labores de restauración proyectadas  en el Estudio de Impacto Ambiental de 1989, duplicando la superficie de suelo forestal y no urbanizable de especial protección directamente destruido por la cantera, evitando a toda costa realizar ninguna nueva evaluación de impacto ambiental  y destruyendo de manera continuada y consentida hábitats de importancia comunitaria y un importante paisaje. A la vista de la situación alcanzada, el 7 de febrero el Pleno Municipal aprobó por unanimidad una moción en la que se acordó:

Que en base a las Normas Subsidiarias de Planeamiento de Morón de la Frontera, que declara a la Sierra de Esparteros “Espacio de Conservación Prioritaria” y en base a la catalogación del Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Sevilla, que considera a nuestra sierra “Complejo Serrano de Interés Ambiental” y teniendo en consideración que la Sierra está ya actualmente saturada de actividades, el Ayuntamiento de Morón expresa su voluntad de oponerse a nuevas actuaciones mineras. 

Que el Ayuntamiento de Morón de la Frontera se dote de la necesaria capacidad jurídica y técnica para hacer frente a cualquier nuevo intento de degradar más nuestra Sierra de Esparteros con una actividad extractiva desmesurada, irracional e insostenible. Para ello, el Pleno del Ayuntamiento de Morón autoriza en este momento al Sr. Alcalde a proceder a la contratación de los profesionales del Derecho y a los especialistas medioambientales que fuera menester por el bien de nuestra tierra.

El 12 de noviembre caducó la licencia de actividad que el Ayuntamiento había otorgado seis años antes para un proyecto que contemplaba una restauración que no se había hecho. ¿Quiénes se beneficiaron de ese incumplimiento? ¿Por qué se consintió? ¿Quiénes decidieron mirar para otro lado?
1998

El 1 de septiembre la Consejería de Medio Ambiente denegó una nueva explotación minera en la Sierra de Esparteros a la empresa Herederos de Francisco Siles, de la que también formaba parte Ignacio Siles González. Esta explotación no autorizada consistía en una ampliación de la cantera situada a la espalda de la venta de Esparteros y su denegación se basó en la preservación de los valores de flora, fauna y paisajísticos de la Sierra. Hay que advertir que estos valores son los mismos que existen en la zona de la cantera SIDEMOSA y que sin embargo se estaba permitiendo su destrucción.
El 28 de ese mismo mes, la empresa SIDEMOSA presentó ante las autoridades competentes en minería un Plan de Restauración para la explotación. Mientras tanto, conviene recordar que la actividad de la cantera continuaba, ahora con la licencia municipal y el proyecto autorizado ya caducados. ¿Quiénes se seguían beneficiando? ¿Quiénes miraron para otro lado?

1999

El 24 de marzo la Delegación Provincial de Medio Ambiente emitió un informe calificando dicho Plan de Restauración como totalmente deficiente una vez clausurada la mina y concedió un plazo máximo de un mes para la presentación de un nuevo Plan de Restauración.

La cantera siguió con la actividad sin licencia municipal.

2000-2001

Durante el año 2000 se produce uno de los hechos más esclarecedores, que demuestra la omisión del cumplimiento de sus obligaciones de las autoridades ambientales de la Delegación Provincial de Medio Ambiente, en relación a la empresa SIDEMOSA.
En marzo, el Servicio de Protección Ambiental emite un informe donde se concluye que se han sobrepasado con creces los límites de la DIA de 1990, que no se han ejecutado las labores de restauración y que el nuevo Plan de Restauración que se pretende aprobar resulta una clara ampliación de la explotación que debe ser sometida a la Ley de Protección Ambiental.
Pocos meses después, en septiembre de 2000, consta en un informe interno del Servicio de Minas que los técnicos firmantes del informe de marzo, junto con el entonces técnico de minas Iván Maldonado Vidal, realizaron una visita a la cantera SIDEMOSA junto con el propietario de la misma, Ignacio Siles González, para buscar soluciones al problema planteado.
A partir de esa visita, los responsables medioambientales se “olvidaron” de aplicar la legislación ambiental a la cantera SIDEMOSA durante los siguientes 12 años.
En 2011, uno de esos responsables ambientales, Salvador Camacho Lucena, otorgó la autorización de emisiones a la atmósfera al Crematorio de Morón, del mismo propietario que SIDEMOSA, y en 2013 fue anulada por demostrarse su ilegalidad. En 2014, Iván Maldonado, ascendido a Jefe del servicio de minas de Andalucía, informó favorablemente la prórroga minera de SIDEMOSA hasta 2042.     

Continuaba la explotación sin licencia municipal. El 26 de julio de 2001 el Servicio de Protección Ambiental de la Junta de Andalucía requirió a SIDEMOSA que presentara un nuevo Plan de Restauración y Abandono de la Sierra de Morón y, que dada la especial incidencia ambiental de la explotación, las garantías exigibles deberán cubrir la totalidad de las labores de restauración.

2002

El 8 de febrero, tras el análisis de la documentación que SIDEMOSA va entregando, se emite un nuevo informe por la Delegación Provincial de Medio Ambiente en el que expresa que el presupuesto presentado se considera claramente insuficiente para realizar con éxito dicha restauración.
El 30 de abril el delegado provincial de Empleo, Antonio Rivas Sánchez, autorizó a SIDEMOSA el llamado Plan de Restauración. Este nuevo Plan de Restauración proyectaba romper el perfil de la Sierra, bajo la excusa de moderar la inclinación de los taludes de la explotación, siendo incluso más agresivo que el Proyecto de Explotación aprobado en 1999. Antonio Rivas fue procesado años después por la jueza Mercedes Alaya por el llamado caso Mercasevilla.

Conviene centrar la atención en el momento en que nos encontramos: la empresa dispone ahora de un Plan de Restauración aprobado, que deberá ejecutar hasta 2012, y deberá obtener ahora la necesaria licencia municipal para poderlo llevar a cabo.

2003

Pronto se vieron cuáles eran las verdaderas intenciones de la empresa, porque el 15 de mayo presentó ante la Delegación Provincial de la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico la solicitud de elevar la planta machacadora a la cima de la montaña, para atacar desde allí el perfil de la sierra.
A la vista de los planes, el Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga desplazó a su director, Baltasar Cabezudo Artero, doctor en Biología, para que hiciera un informe sobre la flora y la fauna de la Sierra de Esparteros. En el muestreo detectó la presencia de 5 especies de flora especialmente protegidas y varias parejas reproductoras de águilas perdiceras (especie catalogada como en peligro de extinción por el Libro Rojo de las Aves de España) y de buitres leonados (especie incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial del Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas). Añadiendo en el informe que: La Sierra de Esparteros es un enclave singular de particular importancia para numerosas especies de flora y fauna, constituyéndose como una isla que contiene varios ecosistemas naturales. Más adelante: Como indica la citada Teoría de Islas, cualquier reducción de la zona de distribución de estas especies, como ocurrirá si se ejecuta el Plan propuesto por SIDEMOSA, supone una amenaza para su supervivencia, por lo que dicho Plan no debe continuarse. 
Mientras tanto, la actividad de la cantera continuaba un año más sin la licencia municipal. ¿Quiénes se estaban beneficiando? ¿Quiénes estaban mirando para otro lado?

2004

El 17 de enero, convocados por la Plataforma Ciudadana Sierra de Morón y la asociación GAIA- Ecologistas en Acción, la ciudadanía de Morón se manifestó bajo el lema Justicia para la Sierra en defensa de la Sierra de Esparteros.
En Pleno Extraordinario del Ayuntamiento de Morón celebrado el 24 de febrero se aprobó, con los votos favorables de PSOE, IU, PA y la concejala no adscrita Ana Guerra Oliva, y la abstención de los concejales del PP, una moción que incluyó varios puntos en defensa de la Sierra de Esparteros. Entre ellos destaca el que dice:
La Sierra de Esparteros es un Patrimonio Histórico, Cultural y Natural de Morón. El paisaje que su PERFIL proyecta hacia toda la campiña sevillana se ha quedado fijado en la retina de todas las generaciones de ciudadanos que a lo largo de la Historia han habitado nuestro pueblo y constituye, al igual que la leyenda del Gallo, el Castillo o la Iglesia de San Miguel, una SEÑA DE IDENTIDAD de todos los moronenses. El proceso de destrucción que actualmente está sufriendo Nuestra Sierra por parte de la explotación minera SIDEMOSA es totalmente IRRACIONAL E INSOSTENIBLE y por tanto incompatible con el espíritu y la letra del artículo 45 de nuestra Constitución. (Es copia literal y hemos respetado el uso de las mayúsculas del acta).
El 25 de abril, en escritura firmada ante el notario José Luis Moroto Ruiz, la compañía mercantil Sierra de Morón, S.A. se transformó en Sierra de Morón, S.L.U., de la que forma parte Francisco Siles Barrera.
Terminó el año y la actividad de la cantera continuaba sin la licencia municipal. ¿Quiénes se estaban beneficiando? ¿Quiénes estaban mirando para otro lado?

2005

Comenzó el año y el 10 de enero la empresa decidió solicitar al Ayuntamiento la licencia municipal para la actividad de la cantera, en donde se estaba ejecutando el llamado Plan de Restauración. Como si de una calculada y amañada partida de ajedrez se tratara, el Ayuntamiento no respondió a esta solicitud. En estricto cumplimiento de las Normas Urbanísticas, el alcalde tenía la obligación de denegarla, al igual que se había hecho en junio de 1989, pero esta vez se decidió actuar de otra forma. Al no haber respuesta del Ayuntamiento se estaba brindando en bandeja al empresario el ejercer ante los tribunales una demanda en solicitud de la licencia por silencio administrativo, como así ocurrió. En la celebración de la vista, el abogado que representaba al Consistorio no se opuso al demandante y el juez dictó sentencia el 19 de julio de 2011, siendo esta favorable a los intereses del empresario. Hay que decir que en estos años fue alcalde Manuel Morilla Ramos (PP), profesional vinculado al mundo de los toros, que había tomado posesión de la Alcaldía en junio de 2003 y estuvo al frente de la misma hasta junio de 2011. Manuel Morilla fue condenado en 2012 a la pena de siete años de inhabilitación para cargo público y al pago de una multa por el delito de prevaricación urbanística, al permitir industrias ilegales en un polígono de Morón. También lo fue en 2013 por realizar de forma ilegal una ampliación en su cortijo y está procesado por un juzgado de Sevilla, acusado de delito contra el medio ambiente, en una vista que debería celebrarse en las próximas semanas. Recientemente el Ayuntamiento de Morón se ha adjudicado varios inmuebles, que eran propiedad de Manuel Morilla, tras ser embargados por el impago de impuestos.

Pero esta licencia municipal, obtenida por silencio administrativo, no llegó hasta el año 2011, y mientras tanto había continuado la actividad de la cantera, a pesar del conocimiento que las autoridades locales tenían de esta irregularidad, como quedó manifiesto en un Auto judicial de fecha 21 de marzo de 2005, indicando que: El Ayuntamiento de Morón de la Frontera, su Alcalde D. Manuel Morilla Ramos y su Concejal Delegado de Urbanismo D. Francisco Manuel Morilla tienen pleno conocimiento de que ninguna licencia municipal se ha concedido a la cantera de calizas SIDEMOSA con posterioridad al año 1996

A la vista del documento, ya sabemos los nombres de algunos de los que prefirieron mirar para otro lado. ¿Quiénes se beneficiaron?

Mientras tanto, el 3 de noviembre el Pleno Municipal aprobó una moción en la que se solicitaba a la Consejería de Medio Ambiente la inclusión de la Sierra de Esparteros en la propuesta andaluza de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y un mes más tarde, el 1 de diciembre, en otro Pleno Municipal se aprobó otra moción ratificando la aprobada el 24 de febrero de 2004 y que ya vimos anteriormente. En esta ocasión también contó con los votos favorables de PSOE, IU, PA y la concejala no adscrita Ana Guerra Oliva, absteniéndose otra vez los concejales del PP. Entre los componentes de aquella Corporación Municipal aparecen algunos concejales que aún permanecen en sus cargos, como son los casos de Carmen Cabeza Castilla, entonces en IU, que votó a favor; Olaya Sáez Navarro y Antonio Ramírez Sierra, ambos del PP, que se abstuvieron; y Nieves Ortiz Ascanio, actual concejala delegada de Cultura, Antonio J. Bermúdez Carrascoso, actual concejal delegado de Medio Ambiente, Ignacio Cala Bermúdez y Mª Isabel González Barrera, actuales tenientes de alcalde, los cuatro del PSOE, que decidieron entonces votar a favor de la protección de la Sierra de Esparteros.

2006

Continuaba la actividad de la cantera, ejecutándose el falso Plan de Restauración, y a la espera de la resolución judicial en el asunto de la licencia municipal.

2007

En el mes de abril se publicó el Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Sevilla, donde la Sierra de Esparteros es catalogada como Complejo Serrano de Interés Ambiental. Ese mismo mes la Plataforma Ciudadana Sierra de Morón elaboró el llamado Manifiesto por la conservación de la Sierra, que fue apoyado con su firma por numerosas personalidades del mundo de la Educación, las Artes y la Cultura. Entre ellos se encontraban el escritor Eduardo Galeano, recientemente fallecido, que en su visita a Morón unos años antes había manifestado su tristeza por la situación de degradación de Esparteros; numerosos profesores universitarios, entre ellos José Luis Malagón Bernal, Manuel Maldonado Alemán, María Fernanda Morón de Castro, Joaquín Pascual Barea, José Luis Sevillano Ramos, María Jesús Cala Carrillo, todos nacidos en Morón de la Frontera, y el que fuera Hijo Predilecto de Morón y Medalla de Andalucía Juan Antonio Carrillo Salcedo. El escrito instaba a las autoridades para que se arbitraran las medidas necesarias para detener la destrucción de la Sierra y se comenzara una auténtica restauración. Quiso el profesor Carrillo Salcedo entregar el Manifiesto personalmente a la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves. Para esta cita también fueron invitados dos representantes de esta Plataforma. A la reunión asistió la delegada provincial de Medio Ambiente, Pilar Pérez, quien dijo ser consciente de que la explotación minera carecía de licencia municipal. 

Pocas semanas después el Departamento de Flora y Fauna del Servicio de Gestión del Medio Natural de la Delegación Provincial de Sevilla de Medio Ambiente ordenó un nuevo estudio de la flora y la fauna de la Sierra de Esparteros. El informe lo firmó la bióloga María Jesús Martos Salinero y se publicó en el mes de agosto. Por su extensión no vamos a reproducirlo en su totalidad, pero podemos entresacar estas apreciaciones:

La Sierra de Esparteros constituye un enclave de especial relevancia para la conservación de las especies de flora que la habitan y, por tanto, cualquier actuación que implique la reducción de la superficie de sus hábitats va a suponer el aumento del riesgo de extinción de la especie.

El plan de actuación de SIDEMOSA va a suponer la pérdida irreversible de las especies de flora presentes en la zona.                         

El plan de actuación de SIDEMOSA va a suponer un grave deterioro para las condiciones ambientales que sustentan a los hábitats y las poblaciones de los seres vivos que habitan en la Sierra de Esparteros, y por extensión, la pérdida de biodiversidad de la zona.
 
… Cualquier reducción de la zona de distribución de las especies protegidas, como ocurrirá si se ejecuta la actuación propuesta por SIDEMOSA, supone una amenaza para su supervivencia por lo que dicha actividad no debe continuarse

Concluyendo que: El proyecto presentado por SIDEMOSA no es una restauración. Es más, las actuaciones previstas van a causar un daño irreparable a las poblaciones de flora y fauna, y a los hábitats que los sustentan, por lo que es necesario que dichas actividades no sigan ejecutándose.

La Consejería de Medio Ambiente certificó mediante este informe lo que muchos ya sabíamos, el daño que la explotación estaba causando a la Sierra de Esparteros y que los trabajos que allí se estaban haciendo no constituían una restauración. Pero la actividad de la cantera continuó como en años anteriores. ¿Quiénes se beneficiaron? ¿Quiénes miraron para otra parte?

Mientras tanto, en el mes de julio el Parlamento de Andalucía aprobó la Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental, conocida como Ley GICA, llamada a regular todas las actividades industriales, dotando de mayor protección al medio ambiente. Esta ley no entraría en vigor hasta el 20 de enero de 2008. 

2008

Para tratar de evitar la aplicación de la Ley GICA, diez días antes de su entrada en vigor, el empresario solicitó ante las autoridades competentes en minas una solicitud de prórroga para otros treinta años de la concesión de explotación de la cantera; esta solicitud carecía de unos documentos técnicos imprescindibles, que le fueron requeridos por la Junta de Andalucía en diciembre de 2010 y entregados por la empresa el 10 de marzo de 2011, tres años después de que se hubiera solicitado la prórroga. Por tanto no se estaba cumpliendo el artículo 81.1 del Reglamento General para el Régimen de la Minería, que precisa que el concesionario deberá presentar tres años antes, como mínimo, de la terminación de la vigencia de la concesión, la correspondiente solicitud de prórroga acompañada de un informe detallado suscrito por el director facultativo responsable. Es decir, toda la documentación se debería haber presentado antes del 10 de noviembre de 2009. 

A pesar del claro incumplimiento del Reglamento, la solicitud de prórroga fue admitida a trámite. ¿Quiénes se beneficiaron? ¿Quiénes decidieron mirar para otra parte?

Mientras tanto, continuaba la actividad de la cantera ejecutándose el llamado Plan de Restauración.

A la vista del grave perjuicio que la actividad minera estaba provocando en el paisaje y en el medio natural de la Sierra de Esparteros, la Delegación Provincial de Medio Ambiente se pronunció el 14 de marzo por medio de un informe. La entonces delegada provincial Pilar Pérez Martín afirmaba entre otras cosas:

El proyecto presentado no es una restauración. Es más, las actuaciones previstas van a causar un daño irreversible a las poblaciones de flora y fauna y a los hábitats que los sustentan, por lo que es necesario que dichas medidas no sigan ejecutándose.

… Desde hace 16 años que se dictó Resolución de Declaración de Impacto Ambiental, se han producido cambios substanciales en la cantera de caliza de la Sierra de Morón, como el trámite y otorgamiento de su “demasía legal”. La realidad actual y los efectos derivados de la entonces actividad proyectada son muy distintos y nefastos para el medio ambiente.  

Concluyendo que:
Se han realizado diversos estudios en la zona de la Sierra de Esparteros que aseguran que de continuar la actividad de la cantera SIDEMOSA se ocasionarían graves perjuicios para el medio ambiente. Por todo lo anteriormente expuesto, dada la vigencia del problema y la intención de buscar un equilibrio entre las exigencias medioambientales y las derivadas de la explotación de la riqueza andaluza,  consideramos que se debe suspender la gestión del Plan de Restauración de la cantera de caliza de la Sierra de Morón de la Frontera. Su continuidad conllevaría un grave perjuicio para la supervivencia de las especies amenazadas existentes en el entorno, así como la pérdida irrecuperable de la biodiversidad de la zona. (El subrayado aparece en el escrito original).

Recordemos que la Delegación de Medio Ambiente es una de las patas del trípode sobre el que se sujeta la legalidad de una explotación minera, y ahora se había pronunciado de manera inequívoca calificando de nefastos para el medio ambiente los efectos de la actuación en la cantera y considerando que se debía suspender la gestión del Plan de Restauración. Este determinante escrito fue enviado para su ejecución al entonces delegado provincial de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empleo Francisco Álvaro Julio el día 31 de marzo de ese mismo año, pero debió de quedarse “olvidado” en algún cajón, porque nunca llegó a ejecutarse. La persona encargada de ejecutar la solicitud de suspensión del Plan de Restauración era el jefe de Servicio de Minas, José Antonio Vega, anteriormente jefe de Servicio de Protección Ambiental, uno de los firmantes del informe de marzo de 2000 que se “olvidó” durante años de sus obligaciones tras visitar la cantera SIDEMOSA en septiembre de 2000.   Francisco Álvaro en 2012 fue nombrado presidente de Invercaria, empresa pública de la Junta de Andalucía.  

¿Quiénes se beneficiaron de esta situación? ¿Quiénes miraron para otro lado?

2009

Pero no fue solo la Delegación de Medio Ambiente quien apreció el daño que la cantera estaba produciendo. El Defensor del Pueblo Andaluz, en la tramitación de una queja que le había presentado Ecologistas en Acción, visitó la explotación minera en el otoño de 2008, pronunciándose mediante un informe el día 9 de febrero de 2009 en el que efectuaba tres recomendaciones:

La necesidad de llevar a cabo cuantas actuaciones resulten oportunas a los efectos de evitar el desarrollo, en la Sierra de Esparteros, de actuaciones que pudiesen dañar el medio ambiente de la zona, y, en especial, de aquellas que requieran la realización de previos procedimientos de prevención ambiental.

La necesidad de exigir a la empresa promotora de la explotación minera la aportación inmediata de un presupuesto suficiente para realizar con éxito la restauración de la sierra afectada, adoptando cuantas medidas legales resulten oportunas a los efectos de lograr garantizar la citada restauración.

La necesidad de adoptar cuantas medidas que resulten oportunas a los efectos de garantizar la preservación del paisaje de la zona.

Estas recomendaciones del Defensor del Pueblo Andaluz fueron desoídas por los responsables de aplicarlas. ¿Quiénes se beneficiaron? ¿Quiénes miraron para otro lado?

Ese mismo año la Junta de Andalucía declaraba Las Caleras de la Sierra como Bien de Interés Cultural (BIC);  desde entonces se puede visitar en la aldea el Museo de la Cal, que recoge información precisa sobre la elaboración artesanal de la famosa cal de Morón. De esta industria han vivido numerosas familias moronenses desde el siglo XV, sin que la actividad extractiva de la piedra haya producido daños a la Sierra de Esparteros, en un claro ejemplo de industria sostenible. Posteriormente, en el año 2011, la UNESCO declaraba la Cal de Morón como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

2010-2011

Continuó la actividad de la cantera, al amparo del llamado Plan de Restauración. En julio de 2011, por sentencia judicial favorable, la empresa obtuvo la licencia municipal, pero exclusivamente para la parte del Plan de Restauración que se dedica a la plantación de árboles. Recordemos que el juez determinó que la misma se había obtenido por silencio administrativo del Ayuntamiento, como ya explicamos cuando se inició el procedimiento en el año 2005.

2012

En enero de 2012, el actual alcalde de Morón publicó en el BOP la adaptación de las Normas Urbanísticas de Morón a la LOUA, que les confiere carácter de Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). 

En esas Normas queda absolutamente prohibidas las actividades industriales y extractivas en la Sierra de Esparteros. Pero la cantera siguió activa durante todo el año.

Todos conocemos el significado de la palabra restaurar, pero por si alguien no lo recuerda, veremos qué dice el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua:

Restaurar: tr. Reparar, renovar o volver a poner algo en el estado o estimación que antes tenía.

El 7 de diciembre finalizó el plazo de la concesión minera otorgada a SIDEMOSA para su explotación en la Sierra de Esparteros. Durante los últimos diez años la empresa actuó al amparo de un supuesto Plan de Restauración que dejó la Sierra en el estado que refleja esta imagen aérea de Antonio Ramos:


La cantera había alcanzado la cota 450 metros, muy superior a la permitida (385 m) y muy cerca del perfil de la Sierra, construyéndose un bancal de casi 40 metros de altura, el doble de lo autorizado, con el consiguiente riesgo para la seguridad de las personas que allí trabajan. A su vez, se agrandó la plaza de cantera 100 metros más de lo permitido hacia el núcleo de la Sierra por su extremo occidental, para lo que tampoco estaba autorizado. A pesar de los informes de Medio Ambiente, ordenando el cese de la actividad; del Defensor del Pueblo Andaluz, recomendando a las autoridades medidas correctoras para garantizar la preservación del paisaje de la zona; de los científicos de la Universidad de Málaga y de la Delegación de Medio Ambiente, advirtiendo sobre el riesgo al que se exponían especies protegidas de la flora y la fauna del ecosistema, nadie actuó para  proteger  la Sierra de Esparteros.

¿Cómo es posible que un plan de restauración provoque daños al medio ambiente? ¿Quiénes se beneficiaron mientras tanto? ¿Quiénes estuvieron mirando para otro lado durante tanto tiempo?

2013

En diciembre de 2012 se cumplieron los 30 primeros años de la Concesión Minera de 1982, y por ello se paró la extracción de mineral. 

Por primera vez en treinta años, en la Sierra de Esparteros no se escuchó el estruendo de la dinamita durante un año completo, aunque la actividad de la planta machacadora no cesó, porque la industria se fue nutriendo del mineral acumulado en los últimos meses de la explotación. A requerimiento de la Junta de Andalucía, la empresa fue entregando desde 2011 la documentación necesaria para el estudio de la prórroga solicitada, incumpliendo, como ya vimos, el Reglamento al que está sujeta la actividad minera, que fija la entrega de la documentación necesaria para la solicitud de prórroga en un plazo mínimo de tres años antes de la fecha de caducidad de la misma. Por fin, el 11 de marzo de 2013 tuvo entrada en la Delegación Territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo la Adaptación del Proyecto de Explotación, Plan de Restauración y Estudio de Impacto Ambiental de la llamada Explotación de recursos Sierra de Morón, cinco años después de que entrara en vigor la llamada Ley GICA, que es la que regula la preservación del medio ambiente en la industria y la única vigente en esta fecha. 

Mientras tanto, el 25 de abril el alcalde de Morón de la Frontera firmó un escrito dirigido a Isidoro Albarreal Núñez, del Grupo Municipal AMA Morón, quien le había solicitado un informe sobre las prohibiciones que las Normas Urbanísticas declaran para las zonas calificadas como Suelo No Urbanizable de Especial Protección, entre las que se incluye la Sierra de Esparteros. En el mismo especificó que entre las prohibiciones están los usos industriales y las actividades extractivas. Al final del escrito advirtió que no se dará traslado de estos extremos a ningún otro Organismo en tanto no sea solicitado.
 
Y esa solicitud llegó ese mismo mes, porque los trámites para el estudio de la prórroga exigen consultar a varias instituciones, entre ellas nuestro Ayuntamiento. Así, el día 22 de abril había salido desde la Delegación Territorial de Medio Ambiente un requerimiento para que el alcalde enviara un informe relativo a los aspectos de competencia de este Ayuntamiento, al impacto ambiental que se derive de la ejecución del proyecto, así como cualquier indicación que se estime beneficiosa para el medio ambiente. El objeto de esta consulta es que, respecto al impacto ambiental que pueda derivarse de la actuación,  se indiquen todas aquellas circunstancias, observaciones o limitaciones que se estimen puedan realizarse en razón de las competencias municipales.

La respuesta del alcalde tardó poco en producirse, pues el 2 de mayo envió a la Delegación Territorial de Medio Ambiente el informe requerido, sin que en el mismo se hiciera mención alguna a las prohibiciones que las Normas Urbanísticas de Morón de la Frontera establecen para las zonas calificadas como Suelo No Urbanizable de Especial Protección.

La importancia que parecía negársele desde esta Alcaldía a todo lo que representa la Sierra de Morón sí se la daba el Ayuntamiento de Carmona, que en una moción aprobada el día 1 de julio proclamaba que la Sierra de Esparteros es un referente paisajístico de incalculable valor y una seña de identidad que es patrimonio de todos los habitantes de la campiña sevillana.

A lo largo de estos meses se estaba procediendo al estudio de la solicitud de prórroga para la explotación de la cantera y, mientras tanto, se produjo el relevo en la Presidencia de la Junta de Andalucía. Susana Díaz, nueva presidenta, el 4 de septiembre en su discurso de investidura marcaba las pautas que pretendía implantar en su gobierno. Respecto al medio ambiente declaró: La protección medioambiental es una garantía de progreso de las sociedades y la defensa de los espacios naturales andaluces formará parte del compromiso irrenunciable del nuevo Gobierno. Faltaba por ver si este noble propósito se quedaría en la expresión simple de unas bonitas palabras o se convertiría en el ejercicio serio de un buen gobierno. Pocos meses tardaríamos en salir de la duda.

Entretanto, desde la Plataforma Ciudadana Sierra de Morón elaboramos un nuevo Manifiesto en defensa de Esparteros. Quisimos centrar la recogida de apoyos en los sectores de la Enseñanza, la Cultura, las Artes y la Sanidad, y podemos decir con satisfacción que todos los directores y directoras de los centros de enseñanza pública, más el del colegio Salesiano, el director y las directoras de los centros sanitarios de San Francisco, Rancho y CHARE, profesores y profesoras universitarios, de las enseñanzas Primaria y Secundaria y de Bachillerato, personal sanitario y de otros ámbitos, que enterados del propósito de nuestro manifiesto también quisieron sumarse, hicieron en común que nuestras expectativas se desbordaran y acumuláramos centenares de firmas, todas ellas sin haberlas solicitado a pie de calle. Para hacer entrega de este Manifiesto fuimos recibidos en la Junta de Andalucía por Aurora Cosano, delegada territorial en Sevilla de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empleo y Mª José Asencio, directora general de Industria, Energía y Minas. En la entrevista, esta última, mostrando una foto de la cantera en la mano, nos llegó a decir: Esta cantera está haciendo mucho daño. Este no es el modelo de explotación que nosotros defendemos. Para añadir poco después: El empresario no va a obtener una prórroga de 30 años, seguro.

2014

El día 22 de enero, la presidenta de la Junta pronunció un discurso en el que de nuevo expresó su ideario con respecto al medio ambiente. Entre sus palabras: Estamos firmemente comprometidos con el desarrollo sostenible y vamos a incentivar cualquier actividad que genere riqueza y empleo, pero blindando nuestro patrimonio natural.

Pero este firme compromiso con el desarrollo sostenible y ese anunciado blindaje de nuestro patrimonio natural parece que no debe de afectarle a la Sierra de Esparteros, según se decidió pocas semanas después en la Delegación Territorial de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empleo. El día 17 de febrero fuimos llamados desde esa Delegación para que dos representantes de la Plataforma asistieran a una reunión en su sede, junto a dos representantes de Ecologistas en Acción. Asistieron por parte de la Junta María José Asencio, directora general de Industria, Energía y Minas, Iván Maldonado Vidal, uno de los técnicos que en el año 2000 se había reunido con el empresario Ignacio Siles González para buscar soluciones al problema planteado, y Aurora Cosano, delegada provincial de Innovación, Ciencia y Empleo; Aurora Cosano fue detenida en marzo de 2015 por orden de la jueza Mercedes Alaya, que investiga el fraude en los cursos de formación, y fue cesada poco después. Fuimos convocados para recibir la peor noticia posible para el más valioso icono del Patrimonio Natural de Morón: se había firmado ese mismo día la prórroga a la concesión minera solicitada por la empresa que había estado 30 años explotando la Sierra de Esparteros. De dicha resolución se negaron a facilitar una copia, con la clara intención de crear indefensión e impedir que pudiera ser recurrida. El otorgamiento lleva la firma de María José Asencio, la misma persona que cuatro meses antes se había pronunciado diciendo que la cantera estaba haciendo mucho daño y que aseguraba que la empresa no iba a obtener una prórroga de 30 años. En la charla indicó que había recibido enormes presiones de todo tipo, del empresario, del sindicato y de los políticos. Conocemos el nombre del empresario, también sabemos que una representación de la UGT local había acudido a la Junta identificándose con la empresa, pero no conocemos los nombres de esos políticos que, vulnerando las Normas Urbanísticas de Morón, presionaron para facilitar los intereses económicos de unos cuantos en perjuicio del interés general. Para el otorgamiento de la prórroga se decidió aplicar la Ley 7/94 de Protección Ambiental de Andalucía, que ya estaba derogada, en detrimento de la llamada Ley GICA, mucho más exigente con las medidas medioambientales y que estaba vigente desde 2008. 

El mismo Defensor del Pueblo Andaluz ya se había manifestado en la Resolución del 12 de julio de 2013, en el sentido de que la ley a aplicar era la GICA, por entender que no se trataba de una simple prórroga, al haberse modificado sustancialmente el proyecto de explotación inicial autorizado en 1982.

¿Por qué se aplicó una ley que ya no existía? ¿Quiénes se beneficiaron con esta medida? ¿Quiénes decidieron mirar para otro lado?

Con la concesión de la prórroga, la Junta de Andalucía, con la connivencia del gobierno local,  autorizaba a la empresa a profundizar 100 metros la cantera hacia el núcleo de la Sierra por la parte oriental y a rebajar la plaza de cantera 40 metros, con el consiguiente riesgo para el acuífero allí existente y que sirve para abastecer de agua a núcleos importantes de la población, a pesar de la advertencia que en este sentido había realizado el jefe del Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Morón en un informe del 2 de mayo de 2013.

Una de las claves de este despropósito podemos encontrarla en las palabras de la consejera de Medio Ambiente, María Jesús Serrano Jiménez, pronunciadas en su comparecencia parlamentaria del día 5 de marzo, cuando fue interpelada por la diputada Marina Segura Gómez (IU). Según recoge el Diario de Sesiones del Parlamento de Andalucía de esa fecha, la consejera, explicando las razones de la concesión de la prórroga, dijo: Durante el trámite de evaluación se recabó información al Ayuntamiento de Morón, en el ámbito de sus competencias, del impacto ambiental derivado de la ejecución del proyecto, o cualquier indicación que considerase beneficiosa para el medio ambiente y que pudiera aportar el Ayuntamiento de Morón. Desde el Ayuntamiento de Morón se manifiesta que desde el punto de vista medioambiental no hay condicionantes específicos ambientales que sean competencia municipal que deban ser señalados. Por otro lado, el Plan General de Ordenación Urbana de Morón de la Frontera, que se está tramitando en estos momentos, recoge que las actividades mineras existentes con anterioridad a la entrada en vigor del mismo, estarán totalmente conformes a la legalidad a efectos urbanísticos, siempre y cuando cuenten con las autorizaciones del órgano sustantivo, que es el caso que nos ocupa. Nos vamos a detener en dos de sus afirmaciones. Cuando dice que desde el Ayuntamiento de Morón se manifiesta que desde el punto de vista medioambiental no hay condicionantes específicos ambientales que sean competencia municipal que deban ser señalados, ¿quiere decir que para nuestro alcalde las Normas Urbanísticas vigentes no son competencia municipal? Por otra parte, habla del Plan General de Ordenación Urbana de Morón (PGOU), que se está tramitando en estos momentos, según ella admite; pero, ¿por qué hace referencia al PGOU no aprobado aún e ignora el vigente, que sí prohíbe las actividades extractivas en la Sierra de Esparteros? ¿Desde cuándo pueden considerarse válidas para amparar una resolución unas normas urbanísticas que ni siquiera han sido aprobadas a la fecha en que estamos? ¿Esa es la base legal de la concesión de la prórroga? La propia consejera, con sus palabras, está declarando nula de pleno derecho la concesión minera.

En el mes de noviembre siguiente, Ecologistas en Acción anunció la interposición de un recurso de alzada contra el otorgamiento de la prórroga y ante la falta de respuesta de la Junta, solicitó al TSJA la ampliación del recurso contra la prórroga otorgada.

A los pocos días de serle concedidos otros 30 años de explotación, la empresa reanudó la actividad en la cantera, a pesar de no contar con la necesaria licencia municipal para el nuevo proyecto de actuación.

2015

Hemos hecho referencia en varias ocasiones en este escrito a las Normas Urbanísticas de Morón de la Frontera en el sentido de la calificación que otorgan a la Sierra de Esparteros, fijándola en la categoría de Zona No Urbanizable de Especial Protección y Conservación Prioritaria. Todos sabemos lo que significa “especial protección”, pero parece que nuestros gobernantes quieren ignorarlo, o al menos así lo demuestran cuando defienden la redacción del nuevo PGOU que se tramita en estos meses. En el mismo se retira lo de “conservación prioritaria”, pero se mantiene lo de “especial protección” para la Sierra y se añaden un par de líneas que consienten la continuidad de la explotación de la cantera, contradiciendo por tanto el verdadero significado de estas palabras. Abierto el periodo de alegaciones que la ley exige, la Plataforma Ciudadana Sierra de Morón decidió iniciar una recogida de firmas entre la ciudadanía para apoyar una alegación en la que se solicita la anulación de ese subapartado. A pesar de que transcurrían los meses de diciembre y enero, y todos sabemos la climatología propia de esos días, donde mantenerse a pie de calle en las esquinas soportando el frío del anochecer era todo un acto de resistencia, se recogieron 4.431 firmas en apoyo a la protección de la Sierra de Esparteros. Ninguna recogida de firmas en Morón había alcanzado esta cifra en tan poco tiempo, demostrando a quien quiera verlo que estamos ante un caso donde la sensibilidad de los ciudadanos es más que manifiesta. Porque defendemos nuestro Patrimonio Natural, algo nuestro e importante, como quedó señalado una vez más estas semanas pasadas, cuando se supo que la Red de Información Ambiental de Andalucía, adscrita a la Consejería de Medio Ambiente, designó a la Sierra de Morón como uno de los tres hitos de mayor visibilidad paisajística de la provincia de Sevilla, y esto no es un asunto baladí si tenemos presente que entre estos hitos, y en otras provincias, también se han señalado como tales la Peña de los Enamorados y la Alcazaba de Almería, entre otros. ¿Alguien se imagina al alcalde de Antequera o al de Almería mirando para otro lado para no aplicar las normas urbanísticas en un caso de destrucción de sus símbolos paisajísticos? 

Porque lo de mirar para otro lado es lo que parece haber ocurrido en nuestro Ayuntamiento y en la Junta de Andalucía, si nos atenemos al informe emitido por el Defensor del Pueblo Andaluz el pasado 24 de febrero, respondiendo a una queja formulada por Ecologistas en Acción. Se trata de un documento muy extenso, por lo que no es aconsejable reproducirlo en su totalidad en esta comunicación, pero del que podemos extraer estas consideraciones:

El Ayuntamiento de Morón de la Frontera ha omitido, en el informe que envió a la Consejería de Medio Ambiente, que el suelo sobre el que se ubica el proyecto de primera prórroga de la concesión de explotación de recursos mineros “Sierra de Morón” tiene la calificación de suelo no urbanizable categoría 1 (conservación prioritaria) grupo 1 (frondosas). También hemos de concluir que la Consejería de Medio Ambiente no ha sido todo lo diligente que habría cabido esperar cuando la omisión urbanística ha sido puesta de manifiesto. (El uso de la negrita se corresponde con el texto original).

Más adelante: Por lo tanto, no comprendemos el porqué el Ayuntamiento de Morón de la Frontera no ha informado (o ha obviado la información) a la Consejería de Medio Ambiente que el suelo afectado por el proyecto en cuestión está clasificado como no urbanizable protegido y, desde luego, constituye una incidencia que, a nuestro juicio, es merecedora de revisar el procedimiento llevado a cabo para otorgar la Declaración de Impacto Ambiental.

También: En consecuencia, el informe del Ayuntamiento de Morón de la Frontera, habida cuenta que ha omitido datos esenciales que afectan al proyecto de primera prórroga de Sierra de Morón, debe considerarse insuficiente y, por tanto, la Declaración de Impacto Ambiental otorgada, que no tuvo en cuenta esa información, debe ser reconsiderada.

Para concluir diciendo: De esta forma, la omisión, por parte del Ayuntamiento de Morón de la Frontera, de las características urbanísticas del suelo afectado por la actuación, constituye, a juicio de esta Institución, un incumplimiento del deber de buena administración a que toda Administración está obligado, previsto en el artículo 31 del Estatuto de Autonomía de Andalucía, que hace referencia a la “información veraz”.

Es el Defensor del Pueblo Andaluz quien dice que por parte del Ayuntamiento de Morón se ha incumplido el deber de buena administración faltando a la obligación de facilitar información veraz, y que la Declaración de Impacto Ambiental emitida por la Junta de Andalucía debe ser reconsiderada.

Nosotros nos preguntamos: ¿quiénes se han beneficiado de ello?

Pero no en todos los casos se ha actuado así, si tenemos presente lo que hace pocos días apareció en los medios de información sobre una cantera existente en la Sierra de Montellano, un paraje similar al de la Sierra de Esparteros, y en donde la empresa explotadora también había solicitado una prórroga de 30 años:
La Delegación Territorial de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo en Sevilla ha aprobado la modificación del Plan de Restauración de la concesión minera "Santa Isabel", en el término municipal de Montellano. Con fecha 21 de mayo de 2013, la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la citada Consejería resolvía denegar el otorgamiento de la prórroga de treinta años del periodo de vigencia, desde la fecha del vencimiento de la anterior, a esta cantera cuyo titular es la entidad Compañía General de Canteras, S.A.

Del contraste entre una resolución y otra, en situaciones calcadas, se pueden sacar todas las conclusiones que pasen por la imaginación del lector.

También ha aparecido estos días en la prensa la información que Ecologistas en Acción ha presentado una querella por prevaricación ambiental contra el alcalde de Morón y contra los cargos de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía por ocultar información respecto a la protección de la Sierra de Morón. Añadiendo a continuación que: El hecho principal de la querella es que todos los denunciados, actuando como autoridades o funcionarios del Ayuntamiento de Morón de la Frontera o de la Delegación Territorial en Sevilla de la Consejería de Medio ambiente y Ordenación del Territorio, han omitido, a sabiendas de su injusticia, la aplicación de la legalidad urbanística establecida en el actual PGOU de Morón, vigente desde abril de 2012, que prohíbe de manera taxativa las actividades extractivas donde se ubica la explotación minera Sierra de Morón.

A día de hoy, la actividad de la cantera continúa sin haber obtenido la licencia municipal a que está obligada por ley.

Y aquí damos por acabada la crónica de los hitos más relevantes que han acompañado en el tiempo a la explotación minera de la Sierra de Esparteros. Si el lector ha completado la lectura de la misma, ya tiene información para sacar sus propias conclusiones.

Empleo

A esta Plataforma se han ido agregando a lo largo de los años personas de todas las edades y condición social, algunas de ellas en situación de desempleo o viviendo muy de cerca, en el ámbito familiar, el terrible y crónico problema del paro. Por tanto, la sensibilidad sobre este problema es muy alta, como no podría ser de otra forma. A sabiendas de que uno de los argumentos que se suele emplear a la hora de defender la continuidad de la cantera es el de los puestos de trabajo creados, queremos expresar nuestra propuesta en esta cuestión. Lo vamos a hacer, como cada uno de nuestros razonamientos, basándonos en el análisis de documentos que no permitan dudas. 

El Proyecto de Explotación suscrito por la  empresa SIDEMOSA y presentado ante la autoridad minera para la solicitud de la prórroga dice:

Observamos que en la explotación se podrían mantener los trabajos de la plantilla actual, compuesta por un encargado, un perforista, dos plantistas, un maquinista (retro), tres personas dedicadas a dumper/placa y otra a la planta. En total nueve personas. 

Estos son los números, dichos por el propio empresario. Y no se trata de entrar en valoraciones sobre la importancia de nueve puestos de trabajo, sino en lo que representan esos trabajos. Desde esta Plataforma defendemos la creación de empleo, pero no cualquier empleo; nuestros valores nos impiden aceptar como válidos los puestos de trabajo generados por una actividad que destruye el más valioso estandarte del Patrimonio Natural de Morón, como tampoco aceptaríamos los que se generarían en un hipotético desmantelamiento, piedra a piedra, de la iglesia de San Miguel o del Castillo, como tampoco aceptaríamos la implantación de la pena de muerte a cambio de los puestos de trabajo de verdugos que se crearían. 

Creemos en la potencial fuerza laboral de la actividad restauradora, como se ha demostrado en multitud de planes de actuación en los más diversos lugares, y para reforzar lo que decimos nos vamos a centrar en uno muy cercano, que nos va a servir como ejemplo. 

Desde hace unas semanas se desarrolla el Proyecto para acondicionamiento y ajardinado del Hundidero, una feliz idea que resuelve de manera sostenible uno de los espacios urbanos más desaprovechados de Morón, devolviéndolo así a la ciudadanía para su uso y disfrute. Leyendo el proyecto de actuación, vemos que el gobierno local lo ha emprendido para evitar que se convierta en una zona degradada, tanto desde el punto de vista urbanístico como medioambiental. Sin duda, evitar la degradación desde el punto de vista urbanístico y medioambiental es un noble propósito de nuestro gobierno local,  que se aplica para el Hundidero, pero lamentamos que el mismo gobierno local no lo contemple también para proteger la Sierra de Esparteros. 

Pues bien, comparando los proyectos del Hundidero y el que el empresario ha diseñado para la futura e hipotética restauración que tendría que realizar en  la Sierra  de Esparteros, podemos observar la siguiente tabla:


Hundidero
Esparteros
Superficie de actuación
9.622 m2
225.456 m2
Presupuesto económico
376.425 €
265.498 €
Generación de empleo
208
9

Sabemos que no son dos actuaciones similares, y que por tanto no son directamente proporcionales las cifras, pero aún así los números son elocuentes y hablan por sí solos. Para una superficie veinte veces menor que la de la cantera, se emplean un total de 208 personas (180 peones y 28 oficiales). Solo queda imaginar cuánta mano de obra generarían esos 225.456 m2 de suelo si se hiciera sobre el mismo una restauración cierta, con la creación de taludes que permitieran la labor de siembra, la extensión de tierra vegetal sobre los mismos y los bancales, la siembra de las especies propias del hábitat de Esparteros, el riego necesario para el arraigo de las plantas, etc. 

Nuestra propuesta es más optimista para el corto plazo, y también para el largo, porque restaurando se podría generar más empleo de forma inmediata y, con el resultado de la restauración, se contemplaría un escenario en donde otras actividades productivas serían posibles, como la  explotación ganadera extensiva o, sobre todo, el turismo de la naturaleza, donde se mantendrían puestos de trabajo estables, como ocurre actualmente en muchos pueblos serranos de nuestro entorno, y ayudaría a dinamizar el comercio en la aldea de Las Caleras de la Sierra.

Nuestro Patrimonio

Una sociedad que se desarrolla de manera sostenible mejora en materia de conocimiento, eficacia y sabiduría. Lo hace sin apropiarse y destruir el ecosistema, deteniéndose en el momento en el cual el ecosistema pueda continuar funcionando y renovándose a sí mismo año tras año. Las ciudades y los pueblos pueden crecer y desarrollarse, pero para ello no hay que destruir el Patrimonio Natural, conformado a lo largo de millones de años, que debemos entregar a las generaciones venideras en el punto de conservación en que lo heredamos. 

Ninguna escritura de propiedad otorga el derecho a destruir la Sierra de Esparteros, nominada Complejo Serrano de Interés Ambiental y uno de los hitos visibles de mayor importancia paisajística de la provincia de Sevilla, según la catalogó hace unas semanas la Red de Información Ambiental de Andalucía, y en cuyas faldas está la aldea Las Caleras de la Sierra, declarada Bien de Interés Cultural, una de las cunas donde se coció la famosa Cal de Morón, considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Cualquier moronense que añore su ciudad va a fijar su recuerdo en San Miguel, el Castillo, el Gallo o la Sierra de Esparteros. Eso lo sabemos todos y por eso, cuando queremos que una imagen de Morón toque la parte sensible que llevamos dentro, buscamos el ángulo preciso en que aparezcan agrupados estos iconos, como pasa con el folleto de propaganda que ha publicado recientemente el PSOE y cuya portada reproducimos para que las personas que no la conozcan puedan observarla.

  

Como se puede comprobar, ahí están San Miguel, el Castillo y, al fondo, Esparteros, fieles a la cita para la que cada cuatro años son requeridos. Pero no es esta la imagen que de la Sierra de Esparteros vemos cada día los moronenses, ya quisiéramos. Hay otra mucho menos agradable, pero más real, que también conviene ver.




La foto aérea de Antonio Ramos fue hecha hace unas semanas y nos muestra el estado de degradación alcanzado en Esparteros.

          A las autoridades
          Habría que conocer las razones por las que se ha llegado al punto de destrucción de la Sierra. Sin duda, la primera es la codicia de unos pocos, que además han actuado, y siguen haciéndolo, al margen de la legalidad la mayor parte de los 30 años de la actividad de la cantera, como ya vimos en el desarrollo cronológico que expusimos anteriormente. Pero esta actuación no hubiera sido posible sin la complicidad de unos gobernantes que les dejaron hacer. Viendo el estado de degradación social al que hemos llegado en España, donde asistimos a un continuo desfile ante los juzgados de muchas personas que han tenido responsabilidades políticas, no sería muy descabellado pensar que de los millones de euros generados en la explotación minera a lo largo de los años, no todos terminaron en las cuentas corrientes de los accionistas de la empresa.
          Pedimos que los intereses de la ciudad de Morón prevalezcan sobre los de los individuos, por muy adinerados que estos sean.
          Pedimos coherencia con los valores que se han proclamado. Porque no es de recibo que algunos concejales del PSOE, entonces en la oposición, votaran a favor de unas mociones donde de manera precisa se decía que: El proceso de destrucción que actualmente está sufriendo Nuestra Sierra por parte de la explotación minera SIDEMOSA es totalmente IRRACIONAL E INSOSTENIBLE y por tanto incompatible con el espíritu y la letra del artículo 45 de nuestra Constitución (las mayúsculas aparecen en el Acta del Pleno donde se aprobaron), cuando ahora, estas mismas personas, algunas de ellas tenientes de alcalde o concejal de Medio Ambiente, se pronuncian a favor de un PGOU que pretende consolidar en el tiempo y dar legalidad a la cantera para otros 30 años más. Porque si en los años 2004 y 2005 la explotación era IRRACIONAL E INSOSTENIBLE, ahora, que ha avanzado más en su destrucción, ¿cómo la podríamos calificar?
          Pedimos que sean oídas las 4.431 personas que han solicitado con su firma que la Sierra de Esparteros siga gozando de la máxima protección ambiental que le otorgan las Normas Urbanísticas de Morón vigentes a día de hoy, sin que se añadan condicionantes que devalúen la garantía medioambiental.

          Pedimos que las personas que tienen responsabilidades de gobierno observen y exijan el cumplimiento de la Ley y dejen de mirar para otro lado, porque, de seguir así, cualquier mañana, al mirarse al espejo, van a percibir que de tanto torcer los ojos padecen estrabismo.

     En Morón de la Frontera, a 22 de abril de 2015, siendo el Día Internacional de la Madre Tierra.


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