SENTENCIA A LA SIERRA DE ESPARTEROS
La Junta de Andalucía da la puntilla a
la sierra de Esparteros, y condena a muerte a la colonia de buitres leonados
que anida en sus riscos, al conceder 30 años más de explotación a la empresa
que lleva décadas destruyendo este símbolo de la campiña sevillana
La Junta de Andalucía ha concedido 30 años más de
explotación en la sierra de Esparteros a la empresa SIDEMOSA, conocida por las
numerosas irregularidades cometidas durante sus más de 30 años de explotación
salvaje de la sierra y por no haber cumplido con la obligación de restaurar el
terrible daño causado en el paisaje, visible incluso a decenas de kilómetros.
Ni al Ayuntamiento de Morón de la Frontera ni a la Junta de Andalucía les ha
parecido un inconveniente que la explotación minera esté prohibida en la zona
por el PGOU, de manera que las normas urbanísticas, de obligado cumplimiento
para el resto de la ciudadanía, no han sido tampoco un obstáculo para SIDEMOSA.
Se trata de una resolución anunciada. SIDEMOSA, cuya
privilegiada relación con la administración autonómica y local es bien
conocida, supo hace ya algunos meses que obtendría la concesión para continuar
explotando la cantera. Mientras el Jefe de Servicios de Gestión del Medio
Natural de la Delegación Territorial de Sevilla de la Consejería de Medio
Ambiente y Ordenación del Territorio continuaba asegurándonos, hasta hace pocos
días, que
intentarían dejar fuera de la concesión las zonas aledañas a la
colonia de buitres, la empresa ya sabía que la resolución estaba redactada y
que no incluía medidas correctoras para impedir que se dañe a especies de fauna
consideradas de interés especial por la propia legislación andaluza. Esta
resolución terrible, que condena sin miramientos a la colonia de buitres
leonados, actualmente en periodo de cría, confirma que esa Delegación
Territorial de Sevilla ha estado desde el principio al servicio de los
intereses de la empresa expoliadora, para lo que no han dudado en mentir,
ocultar información e incluso pasar por alto las alegaciones que evidenciaban
las importante deficiencias del proyecto.
Buitre Leonado ante la cantera |
La decisión estaba tomada en la Junta de Andalucía desde
hace tiempo, podríamos decir que desde el mismo momento en que se presentó el
proyecto, a tenor de las facilidades que ha encontrado la empresa para sortear
los trámites administrativos. Los propios técnicos de la consejería admiten no
haber realizado ningún estudio sobre la posible afección a la fauna protegida
que habita en la zona, ni tampoco el preceptivo estudio geológico para
cerciorarse de que no se daña el valioso acuífero que abastece a Morón. Nada de
esto ha sido necesario porque la consejería ha confiado ciegamente en la
empresa por la que lleva años dejándose engañar, permitiendo que realice su
actividad minera “sin que se adopten las medidas protectoras que la propia
Administración tuteladora del medio ambiente ha considerado necesario adoptar”
(Resolución de julio de 2013 del Defensor del Pueblo Andaluz). La Declaración
de Impacto Ambiental, duramente cuestionada por expertos y por diversos
colectivos, parece redactada por la propia empresa explotadora, pues la
consejería da por buena la escueta e insuficiente documentación aportada por
SIDEMOSA, e ignora por completo las importantes alegaciones presentadas por
distintos colectivos.
Geólogos y técnicos, consultados por la Plataforma
Ciudadana Sierra de Morón, consideran que es una barbaridad que no se haya
encargado un estudio hidrogeológico para comprobar la posible afección del
acuífero y consideran que se pone en grave peligro esta valiosísima reserva de
agua de Morón de la Frontera. Consideran, además, que dejar la base de la zanja
a tan solo 1 metro por encima de la capa freática, tal y como permite la
concesión, ocasiona un altísimo riesgo de derrumbe o filtraciones, teniendo en
cuenta que nos encontramos en un paisaje kárstico y las posibilidades de
encontrar cavidades entre el suelo y el nivel freático son muy altas.
Sin embargo, las primeras víctimas de esta concesión
serán los buitres leonados y sus pollos, pues la especie se encuentra en plena
época de cría. Las explosiones a pocos metros de los nidos acabaran con la
colonia de esta especie protegida, a la que la ley prohíbe “molestar o
inquietar intencionadamente (...), en particular en el periodo de reproducción
[y] crianza (…), alterar o destruir sus hábitat, así como sus lugares de
reproducción y descanso.” (Art. 7, Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y
la fauna silvestres)
La Junta de Andalucía ha firmado un cheque en blanco a
SIDEMOSA, una empresa que ha demostrado no tener problemas para saltarse las
normas medioambientales ni las normas de
seguridad. La experiencia de muchos años, las terribles heridas de la
sierra nos enseñan que conceder un permiso de explotación a SIDEMOSA es darle
licencia para expoliar y destruir el patrimonio sin miramientos. Las décadas de
explotación de esta empresa se han caracterizado por una sobreexplotación
salvaje, mucho más allá de los límites marcados por la administración, que no
solo ha dañado los valores naturales y paisajísticos de la sierra sino que
incluso ha llegado a destruir importantes restos arqueológicos aparecidos en la
cantera. Después de tantos años de irregularidades, en los que se ha llegado a
poner en peligro la seguridad de los trabajadores con el uso de bancales que
doblan la altura permitida, esta empresa es premiada por la Junta de Andalucía
con otros 30 años más de explotación que, a buen seguro, serán la puntilla para
nuestra sierra.
La sierra de Esparteros es un valioso enclave natural,
pero sobre todo es parte de la historia, la cultura y la identidad de nuestro
pueblo. Desde un despacho de la Junta de Andalucía en Sevilla se ha sentenciado
a la sierra de Esparteros, como si se tratara de un trozo de tierra sin otro
valor que el de la piedra que esconde dentro. Si a Morón le queda algo de
autoestima, si en nuestro pueblo queda suficiente dignidad y fuerza para no
dejarse arrebatar uno de sus símbolos más queridos, llamamos a la movilización,
llamamos a la rebelión pacífica contra esta decisión injusta de unas
autoridades que no conocen y no sienten y no respetan nuestro patrimonio.
Panorámica desde el Coronil. |
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